Envejecimiento normal vs Envejecimiento patológico(II): Deterioro Cognitivo Leve

El envejecimiento es un proceso de cambio gradual que conlleva la maduración a lo largo de la infancia, la pubertad y los primeros años de la edad adulta, seguida de un declive durante edades media y avanzada de la vida. El declive cognitivo asociado a la edad está causado por la combinación de cambios físicos en el cerebro junto con la disminución progresiva de actividades. Se estima que entre el 25 y el 50% de las personas mayores de 60 años presenta una disminución de su capacidad de memoria.

Las principales alteraciones de los ancianos sanos se pueden clasificar en:

  • Mayor alteración de la memoria episódica que de la semántica. La memoria semántica, al contrario que la episódica, se incrementa con la edad. En concreto, la memoria de origen o contexto (características espaciales, temporales o sociales de las condiciones o contexto de una memoria) se afecta más en el envejecimiento que la memoria del contenido o hecho en sí.
  • La memoria prospectiva (capacidad de recordar los eventos futuros, como felicitar a un amigo por su cumpleaños) puede estar basada en el tiempo (tomar una medicina a una hora determinada) o en eventos (tomar la medicina con el almuerzo). Esta capacidad de “acordarse de recordar” también se afecta con la edad.
  • A su vez, el rendimiento en inhibición, planificación, autorregulación, memoria operativa y otras funciones ejecutivas empeora con la edad. Los sujetos mayores suelen preferir situaciones rutinarias a novedosas, tareas consecutivas a simultáneas, y actividades habituales a cambios repentinos.
  • También existe un enlentecimiento en la velocidad de procesamiento, aprendizaje y adquisición de nueva información, así como una disminución en la fluidez verbal y evocación categorial fonética (palabras que empiecen por "P"; o palabras pertenecientes a un determinado campo semántico, como animales).

 

En  cuanto  a  cambios  morfológicos  en  el cerebro  del  adulto  mayor,  se evidencia la disminución del volumen de masa cerebral, de la sustancia gris y de mielina;  esta  última  en  particular  provoca  un  ensanchamiento  de  los  surcos, principalmente  en  los  lóbulos  frontales,  temporales  y  parietales lo que daría cuenta de las fallas funcionales en estas áreas.

Sin embargo, los límites entre el envejecimiento normal y distintas condiciones patológicas que afectan al sistema nervioso en etapas avanzadas de la vida no son demasiado claros y, a veces, es muy difícil determinar dónde comienza uno y acaba el otro. Así, por ejemplo, las alteraciones relacionadas con la memoria suelen ser los primeros signos y/o síntomas cognitivos más frecuentes tanto en el envejecimiento normal como en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer.

 

Dada la importancia que supone discriminar entre los cambios cognitivos asociados a un envejecimiento normal del Sistema Nervioso y las distintas formas de enfermedades que implican deterioro neuropsicológico ha aparecido el término Deterioro Cognitivo Leve (DCL en adelante).

Este DCL puede definirse como un declive de la función cognitiva superior al esperable por el envejecimiento típico; el declive suele reconocerse por quienes lo experimentan y ocasionalmente por las personas de su alrededor. No compromete su funcionamiento cotidiano.

Si la memoria está alterada hablaremos de DCL amnésico. Si es la memoria el único dominio alterado se realiza el diagnóstico de DCL amnésico de dominio único; si, por el contrario, existen otras funciones alteradas, se denomina DCL amnésico de dominio múltiple. De manera similar, si la memoria no está afectada, se determina si hay un único dominio alterado (DCL no amnésico de dominio único) o varios (DCL no amnésico de dominio múltiple).

Los criterios diagnósticos del DCL se pueden resumir en:

  • Quejas de fallos de memoria o de otra función cognitiva, corroboradas por un informador fiable.
  • Rendimiento cognitivo general normal.
  • Evidencia objetiva de defecto de memoria u otra función cognitiva inferior a 1,5 desviaciones estándar en relación a la media de su edad.
  • Ausencia de defectos funcionales relevantes en actividades de la vida diaria.
  • Ausencia de criterios diagnósticos de demencia.

 

Por su parte, según la posible etiología, el DCL de tipo amnésico puede evolucionar a EA o a demencia de tipo vascular. El DCL no amnésico puede evolucionar a demencia frontotemporal si es de dominio único, o a demencia por cuerpos de Lewy o a demencia vascular si es de dominio múltiple.

Sin embargo, en la actualidad todavía no está clara la progresión desde el DCL hasta la aparición de demencia, entre otras cosas porque no todos los pacientes acaban desarrollando una demencia. Por tanto, el DCL podría ser un factor de riesgo elevado para desarrollarla, pero no un predictor irrevocable.

Daniel Ramírez Molina

Licenciatura en Psicología

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