Qué es la Información

La Teoría de la Información

Todos sabemos, al menos intuitivamente, qué es la información; sin embargo, no resulta tan fácil definirla de un modo técnico. A finales de los años 40 del siglo XX, el matemático Claude Elwood Shannon y el biólogo Warren Weaver se propusieron usar la metodología científica para establecer criterios y variables que permitieran definir y medir la información más allá de los términos comunes. Surgió así la Teoría de la Información o Teoría Matemática de la Comunicación.

Para empezar, vamos a definir la comunicación como un proceso, es decir, una secuencia de cambios en el tiempo. Concretamente es una transferencia, en la que debe haber al menos tres elementos:

• El emisor es el elemento responsable de enviar un mensaje.
• El mensaje es un conjunto de señales enviadas por el emisor. El canal es el medio de transmisión en el que viaja el mensaje. Por ejemplo, cuando hay una trasmisión oral, el canal es el aire, y cuando la transmisión es escrita, el canal puede ser el papel o una pantalla, entre otros.
• El receptor es el elemento que recibe el mensaje. 

La comunicación es el proceso de transferencia de un mensaje desde un emisor hacia un receptor. Esta transferencia provoca un cambio en el comportamiento del receptor, en tanto que adquiere datos que antes desconocía. El conjunto de esos datos nuevos, contenidos en el mensaje y adquiridos por el receptor, es lo que llamamos información.

En este proceso también debemos prestar atención al contexto, que es el conjunto de circunstancias que se dan en torno a la transferencia del mensaje, y que nos ayudarán a entenderlo. Por ejemplo, si el emisor es un profesor, el receptor es su alumno, y la transferencia del mensaje se da en un colegio, hablamos de un contexto de comunicación académica; si, por otro lado, el emisor es una institución, un experto o un periodista, el receptor es la población general, y la transferencia del mensaje se da a través de un medio de comunicación, hablamos de un contexto de comunicación social.

Comunicación de Contenidos Especializados

Habitualmente hablamos de divulgación cuando en el proceso de comunicación, el receptor es la sociedad general, y el mensaje contiene información referente a temas complejos que el receptor no domina. Algunos ejemplos de estos contenidos son los de temática científica, económica y política. En estos casos, dada la complejidad de los contenidos y la habilidad que se exige para generar un mensaje eficaz, el emisor suele ser un profesional, y habitualmente el canal en el que viaja el mensaje es difundido por un medio de comunicación. 

Normalmente, los profesionales de la comunicación son periodistas, ya que el periodismo es la actividad profesional dedicada a la comunicación de actualidad; pero pueden ser también documentalistas, que son profesionales en la gestión de la información, u otros profesionales del ámbito de la comunicación. Cuando se trata de comunicación de contenidos especializados, estos profesionales de la comunicación deben acceder y conocer estos contenidos para familiarizarse con ellos y emitir mensajes accesibles para la sociedad. Por lo tanto, el emisor necesita una fuente de información, es decir, un experto en esos contenidos que informe al emisor. De hecho, el emisor suele usar más de una fuente de información. Existen además, fuentes de información que no son expertos, sino intermediarios entre el experto y el comunicador, como por ejemplo las las agencias de noticias.

Además, en muchos casos los expertos en contenidos especializados no sólo sirven como fuente de información para el comunicador, sino que también se encargan de comunicarlos directamente a la sociedad. Incluso hay expertos que sólo se encargan de establecer una comunicación directa con la sociedad, sin servir como fuente de los comunicadores. En estos casos, ellos deben estar capacitados en el uso de herramientas y estrategias de comunicación.

Al mismo tiempo, los expertos pueden ser fuentes de información de múltiples comunicadores, y a su vez, múltiples comunicadores comunican a la sociedad. Sin nos fijamos, esta red de comunicaciones está formada por un entramado de esquemas básicos del proceso de comunicación, cada cuál en su propio contexto.

Información y Manipulación

Como hemos visto, en el proceso de comunicación el receptor experimenta un cambio en su comportamiento al recibir información. Por lo tanto, el emisor tiene la posibilidad de influir en el receptor. Cuando esta influencia se hace a voluntad y con unos intereses particulares, hablamos de manipulación. Sin embargo, el cambio no es necesariamente categórico; es decir, es imposible predecir cómo se va a comportar el receptor como reacción a un mensaje concreto por sí solo. La respuesta del receptor va a depender de muchos factores, entre los que podemos destacar:

• Identidad del emisor. La reacción del receptor puede variar según quién sea el emisor del mensaje. Las personas inconscientemente otorgamos más crédito a los emisores con los que nos identificamos.
• Contexto. El receptor puede valorar la necesidad de una respuesta concreta según el entorno en que se ha producido la transferencia del mensaje.
• Experiencia del receptor. Esto se refiere a los contextos en los que acostumbra a moverse, el tipo de mensajes que haya recibido previamente, o quiénes son los emisores con los que se suele relacionar.
• Forma del mensaje. El canal es uno de los factores que condiciona la forma del mensaje. Además, existen otras características en la forma en que está construido, que condicionan la facilidad para entenderlo o su pertinencia.

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