¿Qué es el juego?
El juego
Desde tiempos inmemoriales el hombre juega. Juega para hacerle frente a su destino, juega para entretenerse, para comunicarse, para reproducir pequeñas porciones de vida condimentadas con ficción y fantasía.
¿Qué es el juego?
El juego es escuela de vida, laboratorio de experiencias, de pensamientos nuevos y estímulos de pensamientos. El juego ejerce un poder extraordinario en la formación de la personalidad y suele ser la llave que abre las puertas de ciertas ideas y emociones, que la persona difícilmente podría traspasar si no jugara.
El juego es la actividad fundamental del niño, es la respuesta inédita a sus necesidades que se presenta siempre que se dé un desarrollo natural.
A través del juego el niño ejercita sus capacidades potenciales, tanto físicas como intelectuales.
Sea cual sea la forma que adopte, el juego es siempre formador para el niño. Apela a su imaginación, concreta las enseñanzas que ha asimilado sin darse cuenta, desarrolla lo adquirido y registrado inconscientemente, despierta posibilidades intelectuales o físicas, aumenta sus conocimientos
Pero es también exteriorización, desahogo, relajación… En una palabra, juego.
En la edad infantil, el juego es la actividad fundamental que ayuda a desarrollarse. Pero a pesar de que estas generalidades se centren sobre la infancia, para nada debemos limitar el juego a este periodo del desarrollo de la persona.
Cuando pensamos en un juego no debemos limitarlo a ninguna edad concreta, sino que debemos utilizarlo como recurso educativo, independiente del grupo de edad con el que trabajemos. A todas las personas les gusta jugar, sólo necesitamos que esté dispuesta a dejarse seducir por el placer y la diversión.
Con el juego los niños aprenden a cooperar, a compartir a conectar con los otros, a preocuparse por los sentimientos de los demás y a trabajar para superarse progresivamente.
También aumenta la participación pero uno de los componentes fundamentales del juego es la diversión, el niño cuando juega se siente feliz.