Las pruebas y exámenes de Múltiple Opción (2)

ESTRATEGIAS PARA EL EXAMEN DE MÚLTIPLE OPCIÓN

  • Antes de comenzar el examen, dividir el número de preguntas por el tiempo total de la prueba para calcular cuánto hay que emplear en cada respuesta (30 preguntas en 60 minutos = 2 minutos para cada pregunta). Considerar que algunas peguntas son más difíciles que otras y requieren más tiempo. Dejar algunos minutos para repasar las respuestas y realizar cambios antes del final de la prueba.
  • PRIMER PASO: leer rápidamente todas las preguntas y marcar las que parecen más sencillas y se pueden contestar sin problema. Marcar las que a primera vista parecen más complicadas con “?” y dejarlas para el final. Si nos complicamos con una pregunta al principio, se pierde tiempo y el sentimiento de frustración puede afectar el rendimiento en la prueba.
  • SEGUNDO PASO: cuando se hayan respondido las más sencillas, volver a las más complicadas. Es muy probable que se sienta más seguridad al haber contestado otras y probablemente las respuestas de otras preguntas puedan dan una pista para responder las más difíciles.
  • Leer cada enunciado con mucha atención, considerando que muchas preguntas tienen opciones “casi correctas” para confundir al estudiante que no sabe bien el tema o no está seguro.

Durante el proceso de responder se puede intentar, opcionalmente, lo siguiente:

  • Un error común es marcar la primera buena opción, sin considerar que hay otra que es MEJOR para ese caso. Leer con atención TODAS las opciones antes de marcar y elegir la MEJOR opción.
  • Leer los enunciados con atención, dos veces y subrayar o hacer un círculo alrededor de  palabras claves, por ejemplo: todos, siempre, nunca, ninguno, algunos, muchos, a veces, etc.
  • Puede a) leerse sólo el enunciado y anticipar mentalmente la respuesta, sin leer las opciones, o b) ver una opción, entenderla y tapar las otras. Contrastar cada una con el principio del enunciado. Generalmente las opciones varían en una o dos palabras y puede ser más confuso verlas todas a la vez.
  • Eliminar las obviamente incorrectas.
  • Si después de analizar una pregunta no se encuentra la respuesta adecuada, comenzar eliminando las obviamente incorrectas, marcar la pregunta y volver más tarde.
  • Palabras como “todos, ninguno, siempre, únicamente”, indican que la respuesta es un hecho indiscutido.
  • Considerar las opciones: “todas las anteriores”, “ninguna de las anteriores”, examinando las alternativas expuestas para verificar si “todas” o “ninguna” son aplicables en su totalidad. Si UNA no se aplica en su totalidad, no considerar esta opción, teniendo en cuenta que si bien alguna opción puede ser cierta, NO es relevante para la pregunta en cuestión.
  • Considerar con especial cuidado las preguntas que contienen palabras como “cuál no es…, o excepto”, ya que son señales de que todas las opciones son correctas menos una de ellas, por lo que hay que seleccionar la opción falsa.
  • Traducir palabras a positivo. La mente humana está más y mejor preparada para el concepto “positivo” que para el negativo:

no carece de = tiene; no le falta = tiene; puede no tener = a veces tiene; prácticamente ninguno = algunos.

Las opciones conteniendo palabras negativas como “nunca, ninguna, etc.” para ser correctas deben ser verdades absolutas y las otras opciones pueden ser opciones válidas pero no la respuesta correcta.

Cuando aparecen negativos en las preguntas, subrayarlas y tratar de encontrar el significado SIN la palabra negativa. Preguntas como: “¿cuál de las siguientes no es verdad?” pueden resultar muy complicadas. Conviene traducir este tipo de preguntas a vocabulario más manejable, siguiendo una estrategia como: si puedo encontrar una opción que no sea verdadera, entonces las otras serán correctas.

Importante: una  estrategia muy útil es leer el enunciado con una opción por vez, tapando las otras y tratar cada opción como una pregunta de Verdadero-Falso para elegir la que nos parece más verdadera. Las preguntas de múltiple opción son preguntas de Verdadero-Falso presentadas en formato de opciones

  • TERCER PASO: revisión final. Si hay que cambiar una respuesta que sea por una razón válida, NO porque hay cuatro “B” seguidas, por ejemplo.
  •  Si no se penalizan las incorrectas, es mejor adivinar que no contestar.
  • Hay que tener mucho cuidado con los cambios de respuestas a último momento. Hay evidencia que sugiere que los/as estudiantes que realizan modificaciones de última hora, cambian con más frecuencia las respuestas correctas a opciones incorrectas que al revés.

 

CÓMO ENFRENTAR PREGUNTAS DIFÍCILES

  • Eliminar las opciones que nos parezcan seguramente incorrectas
  • Dar a cada opción la prueba de “verdadero-falso”.
  • Descartar las opciones que resulten poco o nada conocidas
  • Descartar las opciones que contengan palabras absolutas (siempre, nunca, etc.)
  • Descartar las respuestas con opciones numéricas altas o bajas y considerar los rangos medios
  • Si hay opciones similares o muy parecidas, probablemente una es la correcta.
  • Para dobles negativos, crear el equivalente positivo y considerar la respuesta.
  • Si dos opciones tienen significados opuestos, hay probabilidad de que una sea la correcta.
  • Cuando hay dos alternativas que parecen correctas, compararlas para detectar las diferencias y referirlas al enunciado.
     

RESUMEN DE LOS PASOS A SEGUIR EN UN EXAMEN DE MÚLTIPLE OPCIÓN

En primer lugar marcar únicamente lo seguro y luego hacer por lo menos 3 pasadas más. Si en algún momento, antes o durante la prueba, los nervios son difíciles de dominar, conviene cerrar los ojos y respirar profundamente dos o tres veces. No se trata de ser el primero en entregar la prueba, sino de aprovechar muy bien el tiempo asignado y asegurarse de cada respuesta.

PASO 1. Leer todas las preguntas de la prueba y responder las que parecen más sencillas. En las que parecen complicadas marcar las palabras negativas y las referidas a “siempre”, “a veces”, “con frecuencia”, etc.

Paso 2. Detenerse para considerar la “mejor” de las opciones, leyendo con atención todas las alternativas, una por una cubriendo las otras, y no adelantándose a responder sin haberlas leído todas.

En esta etapa hay que tener mucho cuidado con el vocabulario técnico empleado. Las opciones pueden aparecer en lenguaje técnico para detectar si se conoce la diferencia entre lo que “parece correcto” y lo que “es correcto”. La opción correcta suele aparecer en términos técnicos para comprobar si el/la estudiante conoce la terminología correspondiente.

PASO 3. Si aún hay preguntas que no se saben contestar, reducir las posibilidades eliminando las obvias y seleccionar la que pueda “sentirse” como la mejor. Las investigaciones sugieren que lo que se “presiente” nos ayuda, aun cuando no recordemos la respuesta.

 

ERRORES FRECUENTES EN LOS EXÁMENES DE MÚLTIPLE OPCIÓN

- El error de lectura más común es no considerar apropiadamente una palabra fundamental, generalmente una palabra negativa (no, ninguna, nunca, etc.). Debido a razones que no se comprenden bien, es mucho más difícil procesar las oraciones negativas. La lectura cuidadosa significa prestar especial atención a los términos negativos.

- Por alguna razón, muchos estudiantes tienden a considerar la hoja de examen como un documento que no puede alterarse. En realidad, es un papel que una vez corregido se deshecha. No solamente se puede, sino que se debe hacer anotaciones en él. El realizar marcas que ayudan a la consideración de las preguntas,  evita el problema de no leer bien la pregunta.

Un buen hábito durante un examen es  subrayar las palabras claves, cambiar a positivo los enunciados negativos y dejar tiempo para volver a repasar las respuestas al final.

- Como regla general, es mejor saltear las preguntas que se consideran difíciles de contestar y volver a ellas más tarde.

- Un examen pretende determinar cuánto se ha aprendido sobre el curso. Esto implica que cualquier persona que no haya asistido al curso no debería saber la respuesta. No se dan puntos por algo que “cualquiera sabe”. Esto también implica que si una de las posibles alternativas se refiere a algo que cualquiera sabe, seguro que es incorrecta.

- Un/a docente con experiencia sabe que los/as estudiantes que no están bien preparados generalmente marcan la primera buena respuesta que aparece, sin preocuparse en leer las otras alternativas. Por lo tanto, hay que sospechar si la primera opción es “obviamente” correcta.

- Muchos de nosotros tenemos un mal hábito y es creer que la ley de probabilidades se aplica en estas pruebas. Si uno nota que no ha marcado la opción D durante varias respuestas, se comienza a pensar que tiene que haber una D pronto. En las preguntas de verdadero/falso, si se marcan varios “verdaderos” se empieza a pensar que debe haber un “falso”. Los/as docentes, al preparar pruebas de múltiple opción, no se preocupan en tener respuestas correctas de manera pareja para que todas las letras aparezcan en igual número.

- Con frecuencia lleva más palabras redactar una alternativa verdadera que una falsa, es decir, generalmente las opciones correctas tienden a tener más palabras que las otras. Es conveniente tener esto en cuenta cuando haya que decidir en preguntas difíciles.

- En el mundo real, es muy difícil que una verdad sea indiscutible. Por lo tanto palabras como: únicamente, ninguna, siempre, nunca, etc. raramente aparecen en una opción correcta. De igual forma, las respuestas correctas raramente contienen palabras como: exactamente, perfectamente, idéntico, etc.

Palabras y frases como "con frecuencia", "a veces", "a menudo" y "generalmente", significan que el enunciado puede ser verdadero o falso dependiendo de la situación. Las opciones con este tipo de palabras son, generalmente, verdaderas.

 

RESPUESTAS AL AZAR

Hay momentos, durante una prueba o examen, que no queda otra posibilidad que responder al azar. En este caso, sugerimos lo siguiente:

Aun cuando no se esté seguro sobre una respuesta, lo que se pensó en primer lugar es probable que esté basado en algún conocimiento sobre el tema.

Cambiar las respuestas ÚNICAMENTE cuando, al volver a leer,  se detecte algo que no se había considerado.

Cuando se repasa el examen habiendo respondido a todas las preguntas, se puede tener una perspectiva diferente sobre un punto en particular. La regla es: cambiar la respuesta si se tiene una muy buena razón.

No es conveniente marcar la primera o la última alternativa, es preferible optar por las del medio. Si se trata de verdadero/falso, es conveniente marcar FALSO. Hay muchas formas de ser falso para un tema y sólo una para que sea verdadero.

Cuando realmente no se tiene idea de la opción correcta, entre A,B,C,D,E, elegir entre B,C,D. Muchos/as docentes consideran, subconscientemente, que se esconde mejor la respuesta si está rodeada de distractores.

Hugo Valanzano Falero

Docente universitario. Licenciado en Biblioteconomía. Docente de Inglés Técnico. Postgrado en docencia universitaria.

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