La Armonía

La música está compuesta por elementos fundamentales y necesarios para que una obra musical sea capaz de provocar emociones. La melodía, la armonía, el ritmo, la forma musical, el timbre, la dinámica, etc., influyen de manera determinante en la creación de los distintos estados de consonancias y disonancias, es decir, sensaciones de tensión y reposo.

Cuando hablamos de armonía en música, nos referimos a la combinación de diferentes notas que se tocan y suenan al mismo tiempo, pero también se utiliza para referirse a sucesión de estos grupos de sonidos: los llamados acordes.

La armonía es el arte encargado de formar y enlazar los acordes que constituyen la estructura de una obra musical, los que funcionan como acompañamiento de las melodías o como la base sobre la que se desarrollan varias melodías simultáneas. Debemos tener siempre en cuenta que la melodía y la armonía están  intrínsecamente relacionadas, debiendo considerarse la melodía como un conjunto de sonidos que se suceden en el tiempo y que están siempre relacionados con los acordes en los que se sustenta.

Tradicionalmente, la armonía funciona como acompañamiento y/o armazón sobre el que se desarrolla una o varias melodías. Este andamiaje se forma por el enlace de acordes, los que están construidos por la superposición de las unidades básicas de la armonía: los intervalos.