Hacemos una compostera
Para comenzar esta lección, veamos en primer lugar qué es una compostera.
Pues bien, no es más que un depósito en el que se introduce materia orgánica, y determinados organismos, sobretodo hongos y animales invertebrados, como lombrices, cochinillas... la descomponen y la convierten en abono orgánico.
Este abono orgánico recibe el nombre de compost.
Disponer de una compostera en nuestra huerta educativa es esencial por tres motivos fundamentales:
- Tiene un valor pedagógico casi infinito, posibilitando la experimentación empírica de procesos químicos y físicos. Con una compostera tanto el alumnado de Educación Infantil como el de enseñanzas superiores puede realizar prácticas muy interesantes y motivadoras.
- Es una herramienta de sensibilización medioambiental, pues supone una forma de gestionar los restos orgánicos, de modo que no generen contaminación.
- Nuestro suelo necesita aportes nutricionales para que las plantas que cultivemos sean fuertes y sanas, no hay mejor abono orgánico que el compost.
Para elaborar una compostera, necesitaremos 4 palés, clavos y un martillo.
Debemos hacer un cubo con los palés, y en la base no debemos ponerle nada, para que esté en contacto directo con la tierra.
Después de montar la compostera debemos añadir restos orgánicos y esperar a que los organismos descomponedores se pongan en marcha.
Ahora solo debemos taparlo con un material impermeable, como por ejemplo una lona.
Así mismo, también podemos hacer una vermicompostera.
¿Qué es una vermicompostera?
Para hacer esta vermicompostera necesitamos 3 cajas, preferiblemente de porexpan, estas cajas blancas que suelen utilizarse para transportar el pescado.
En la primera caja, la de más arriba, iremos echando toda la materia orgánica, como por ejemplo restos de verduras y frutas, hojas, etcétera.
En la segunda caja, en la del medio, vamos a poner las lombrices. Para ello, tenemos que ponerles algo de compost para que estén a gusto y en perfectas condiciones.
En la tercera caja, la de más abajo, se irán acumulando los lixiviados, que es el líquido resultante de la descomposición de la materia orgánica y del proceso digestivo de las lombrices.
Ahora, tenemos que hacer unos agujeros en la base de la segunda caja, con el objetivo de que las lombrices puedan pasar cómodamente para ir comiéndose los alimentos de la primera caja.
En la segunda caja, hemos de hacer también unos agujeros, pero estos más pequeños. El objetivo es que los lixiviados puedan ir cayendo de la segunda caja a la de abajo. Deben ser agujeros pequeños para que las lombrices no caigan por ellos.
Debemos ir vaciando de vez en cuando esta ultima caja para que el líquido no llegue a la segunda, pues las lombrices podrían ahogarse.
A continuación os presento un vídeo muy explicativo sobre cómo hacer una vermicompostera:
La ubicación de la vermicompostera es muy importante. Debemos colocarla preferentemente a la sombra, con fácil acceso.
¿Qué hemos de añadir a la compostera o vermicompostera?
Lo mejor es añadir materia orgánica lo más desmenuzada posible, con el objetivo de facilitarle el “trabajo” a los organismos descomponedores.
He aquí un listado de elementos óptimos para añadir:
- Hojas frescas y restos de siega del césped.
- Estiércol de animales hervíboros.
- Malezas jóvenes.
- Restos de fruta y verdura.
- Ramas pequeñas, palitos y hojas secas.
Hay alimentos que no debemos añadir como es el caso de:
- Carne y pescado.
- Alimentos procesados.
- Productos lácteos.
- Pan y bollería.
- Los cítricos.
A continuación os muestro un documento muy interesante para saber todas las cuestiones básicas sobre vermicompostaje: