Edafogénesis
La edafogénesis o formación del suelo puede representarse de una manera sencilla y esquemática como un proceso estructurado en tres etapas.
- Etapa 1: Alteración de la roca madre. Las rocas que afloran a la superficie sufren una serie de alteraciones o meteorizaciones debidas principalmente a la acción de factores climáticos, como la precipitación, la temperatura, etc. En esta etapa se distinguen dos tipos de meteorizaciones:
- Meteorización física: engloba procesos de disgregación mecánica que conllevan una disminución del tamaño de las partículas sin provocar cambios en la mineralogía. Ejemplo: Gelificación, crecimiento de cristales de sal, cambios de temperatura, etc.
- Meteorización química: incluye procesos que alteran la composición y estructura mineralógico. Ejemplo: Disolución, hidratación, etc.
- Etapa 2: Instalación de los seres vivos. La segunda etapa consiste en la instalación de los seres vivos en el manto de alteración formado en la primera etapa. La presencia y actividad de estos seres vivos origina cambios en la composición química del sustrato y, además, una acción mecánica sobre el manto de alteración. Esto determina un tercer tipo de meteorización denominado meteorización biológica.
- Etapa 3: Mezcla de los componentes. Consiste en la mezcla de los materiales que forman el sustrato inicial, originado por tres tipos de mecanismos:
- Movimientos descendentes.
- Movimientos ascendentes.
- Procesos biológicos, provocados por la actividad de los seres vivos presentes en el suelo.