Vertederos

Un vertedero es básicamente un espacio acotado (definido por un cerramiento perimetral) que incluye uno o más vasos de vertido, compactados e impermeabilizados en su base y paredes, destinados al depósito controlado de residuos. En el interior de estos vasos, la basura se acumula disponiéndose en capas, se compacta y finalmente se cubre con varias tongadas de tierra para facilitar la restauración posterior del espacio afectado.

Aunque el proceso de inertización de los residuos que se vayan a eliminar haya sido un éxito, como medida de prevención, habrá que acondicionar y dotar al vertedero (como depósito definitivo y permanente), con aquellas instalaciones que impidan la interacción indeseada de los residuos con su entorno inmediato, a objeto de hacerlo lo más hermético posible. Algunas de las actuaciones más recomendables en este sentido, son:

1. La impermeabilización del vaso de vertido.

A objeto de proteger las aguas subterráneas de posibles filtraciones, es necesario cubrir el vaso de vertido con un material impermeable antes de depositar ningún desecho en su interior. Esta impermeabilización se consigue tanto con revestimientos bituminosos (por ejemplo alquitrán), como por medio de materiales sintéticos (por ejemplo polietileno de alta densidad), que se disponen sobre el fondo y las paredes de los vasos.

Este paso es fundamental, ya que en muchas ocasiones existen bajo los vasos de vertido, corrientes o depósitos de agua subterránea (acuíferos) que tienen una elevada capacidad de asimilación de los lixiviados procedentes de los vertederos, y pueden quedar contaminadas e inservibles grandes masas de agua que antes abastecían importantes consumos (agricultura, industria, sanidad, servicios…).

2. El control y tratamiento de lixiviados.

Los lixiviados de los residuos, son aquellos vertidos líquidos que adquieren ciertas propiedades contaminantes características de los desechos que los produjeron, y son uno de los mayores problemas para la correcta gestión de los depósitos controlados. Pueden producirse por la fermentación de los residuos, la disolución de ciertas sustancias en el agua de lluvia, o el arrastre de algunos contaminantes presentes en el vertedero. Normalmente, el principal riesgo proviene de su alto contenido en materia orgánica y/o metales pesados.

Para recoger estos lixiviados que inevitablemente se producen en todos los vertederos, suele preverse un sistema de drenaje que los canaliza hasta una balsa de evaporación o una planta de tratamiento (para los más contaminantes). Este se sitúa sobre la capa impermeable y normalmente se compone de una serie de tuberías de drenaje cubiertas de material filtrante (grava) sobre el que ahora sí, se colocan los residuos.

3. El sellado de los vasos colmatados.

Cada vez que un vaso de vertido se ha llenado de residuos procede su clausura, sellado y restauración, para su integración definitiva en el entorno.

El sellado consiste en cubrir los residuos con materiales aislantes, para impedir que el agua de lluvia filtre (percole) a través de ellos produciendo lixiviados. Primeramente suele disponerse sobre los residuos una capa de tierra inerte (subbase), para impedir que cualquier material presente en el vaso pueda dañar la capa impermeabilizante que se coloca a continuación. Ésta consiste en una capa de arcilla compacta sobre la que se dispone otra capa llamada “de drenaje” y que está conformada por arena y grava, para facilitar la circulación de los líquidos a favor de pendiente fuera de la superficie del vertedero. Por último se sitúan una capa protectora (de material inerte fino, generalmente tierra) y la de revegetación, que está compuesta de tierra vegetal y sobre la que se plantarán especies vegetales para la restauración definitiva del espacio de vertido.

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4. Control y mantenimiento posclausura.

Tras el sellado y clausura definitiva del vertedero, el explotador de esta instalación será responsable de su mantenimiento, vigilancia, análisis y control durante lo que le quede de vida activa, es decir, en el plazo de tiempo durante el cual el vertedero pueda entrañar un riesgo significativo para la salud de las personas y el medio ambiente (principalmente los lixiviados, los gases generados y el régimen de aguas subterráneas en las inmediaciones del mismo). En España, el Real Decreto 1481/2001, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero, dice que “la fase de posclausura” “en ningún caso” podrá durar menos de 30 años.

Por otra parte, los vertederos durante su fase de funcionamiento suelen albergar un conjunto bastante amplio de instalaciones auxiliares que facilitan o incluso permiten, que la actividad de depósito controlado de residuos llegue a producirse. Algunas de las más importantes son:

a. Vallado perimetral: Para evitar que se produzca la entrada incontrolada tanto de animales como de personas ajenas a la propiedad. Los límites de los vertederos quedan definidos por un cerramiento exterior de altura suficiente para asegurar el cumplimiento de su cometido. Además, suelen ir acompañados de numerosa señalización y carteles indicativos de su función como depósito de residuos, para evitar cualquier equívoco o distracción.

b. Báscula: Es fundamental que a la entrada de los vertederos, se encuentre siempre disponible una báscula para el pesaje de los camiones que a él accedan. Pues para saber cuanto habrá que cobrar al productor por permitirle depositar allí sus residuos, es necesario primeramente saber de que cantidad de residuos pretende deshacerse para (una vez sabido esto) aplicarle la tarifa correspondiente.

c. Caseta de control y vigilancia: Normalmente también en la entrada, se encuentra una caseta que puede cumplir una doble función, albergar la oficina para el control de entrada de residuos al vertedero (generalmente es donde se controla el peso que trae cada vehículo, donde se realizan los cobros y donde se llevan a cabo el resto de tareas administrativas) y servir de refugio al vigilante nocturno del recinto (esto es especialmente útil en el caso de vertederos dónde pueden encontrarse residuos que van a ser aprovechados, especialmente muchos de los metálicos).

d. Maquinaria y vehículos: Además, en el vertedero puede haber todo tipo de maquinaria que facilite la tarea de eliminación de residuos. Como por ejemplo, retroexcavadoras (que recoloquen los residuos en el interior del vaso de vertido), apisonadoras (que compacten los desechos para aumentar el volumen disponible y alargar la vida útil del vertedero), camiones de carga (para operaciones de traslado interior de basuras), grúas, cintas transportadoras, cribas, etc. 

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