La célula solar
Recordemos que la célula fotovoltaica está formada por el silicio que es un material semiconductor. El silicio se encuentra en abundancia en la tierra, ya que se saca de la arena.
Hay que decir también que mediante un proceso muy complejo se depura y se cristaliza para después cortarlo en delgadas capas y formar la célula fotovoltaica.
Este tipo de material requiere el aporte de cierta porción de energía para que de su átomo se desprenda un electrón y se pueda mover de manera libre, es decir que cuando recibe energía se transforma en conductor.
A este silicio ya procesado, por un lado se bañara (dopara) con fósforo y así obtener como resultado una carga negativa llamada Capa N.
Por el otro lado se le dopará con boro o galio y de esta manera se obtiene una carga positiva llamada Capa P.
Estas dos capas se mantendrán separadas por una juntura N-P, muy delgada, es una junta neutra que se intercalara entre la capa N y la capa P.
Ya sabemos que cuando los rayos del sol incidan sobre la célula de silicio, la energía de los fotones producirá la liberación de electrones que estaban girando alrededor de los átomos, es decir, que el choque del fotón provocará que la capa N absorba su energía y se convierta en conductor creando un campo eléctrico.
Ya sabemos que cuando los rayos del sol incida sobre la célula de silicio, la energía de los fotones producirá la liberación de electrones que estaban girando alrededor de los átomos, es decir que el choque del fotón provocará que la capa N absorba su energía y se convierta en conductor creando un campo eléctrico.
Sabemos que cuando el fotón incide en la superficie de una célula fotovoltaica genera una diferencia de potencial.