Técnica de decoración del vidrio: Esmaltes
Introducción
Los Esmaltes son colores de gran vivacidad pero con menos consistencia lumínica, es decir, menos translúcidos que la grisalla.
El esmalte se comienza a utilizar para crear detalles y efectos que no se podían lograr con la grisalla, además de ampliar la gama cromática de los vidrios y la variedad de colores con la que se puede decorar el mismo.
Históricamente se introduce en el arte del vitral después de la grisalla, y principalmente se utiliza en los vitrales a partir del Renacimiento.
Composición
Esta pintura vitrificable se basa en un esmalte incoloro al que se añade un óxido para conseguir el color.
Según sus características, los esmaltes azules y rojizos ofrecen una mayor resistencia a la luz que los amarillos y/o verdes.
Proceso de realización
Al igual que en la aplicación de la grisalla, los esmaltes se aplican al vidrio una vez son cortados, pulidos y se verifica que la pieza encaja en el diseño.
Después se aplica sobre la superficie del vidrio y se introduce en el horno para fijar el color.
La temperatura de cocción del esmalte es menor que el de la grisalla, entre 550 y 580ºC. Al utilizar una temperatura menor se consigue que se mantenga la vivacidad de la tonalidad del color y no se volatice con el exceso de calor.
Composición de los colores
Óxido de cobalto, proporciona el azul.
Óxido de cromo, bióxido de cobre puro, proporciona el verde.
Óxido de antimonio, sal amoniacal, alumbre y yeso, proporciona el amarillo.
Óxido de cobre, proporciona el rojo.
Óxido de hierro, peróxido de manganeso y un poco de cobalto, proporciona el negro.
Sesquióxido de hierro y óxido de estaño, proporcionan el naranja.
Uso de esmaltes en piezas tridimensionales
(imágenes cedidas por la autora: Verónica Muñoz-Repiso Rubio)
Decoración con esmalte, Restaurante "La Fermette Marbeuf", París
(imágenes cedidas por la autora: Verónica Muñoz-Repiso Rubio).