Edificando a los Demás
Cuando hablamos de edificar, ¿en qué piensas? En colaborar, construir, fabricar, levantar, crear y formar, ¿cierto? Bueno, por ahí vamos...
Todo ser humano, o mejor dicho, la mayoría de nosotros y sobre todo los líderes, esperamos reconocimiento, aplausos y alimento para nuestros egos. Este paradigma tiene que ser totalmente modificado, y tenemos que aprender a reconocernos a nosotros mismos como excelentes a nivel interior. Esto es Vital para el desarrollo del LÍDER DEL SIGLO XXII.
La modestia es una virtud que consiste en edificar o elevar a los demás aún por encima de ti mismo como líder. El control de la autoafirmación es de suma importancia en las relaciones ínterpersonales.
No importa cuánto te gusta que te reconozcan y te halaguen, es ahora tu función halagar, reconocer y enaltecer a los que laboran contigo o potencialmente lo harán. Este es una de las mayores habilidades a desarrollar en tu plan de liderazgo.
El líder humanista, enfocado en el bien común, niega toda alabanza y se la adjudica a la colaboración grupal del equipo. Sabe que él solo no hubiese logrado las grandezas logradas con el grupo integrado en el proyecto. Pudiera pararse a dar las "gracias" y ser aclamado vencedor, pero no es así, llama y reconoce públicamente el esfuerzo de todos. Edificar es su lema...
Esta conducta despierta lealtad entre su equipo y permanencia, sintiendo que son valorados, apreciados y respetados. Ya no son "trabajadores", ahora son "colaboradores o asociados". Ya no van a "trabajar", ahora van felices a "laborar", sabiendo que "pertenecen" y son indispensables en la realización de un proyecto o una meta. Y, ¿que tiene el líder que hacer para lograr esta maravilla?
1: Invertir más tiempo en el proceso de selección de su equipo, envolverse más con sus futuros colaboradores. Presentar su identidad y buscar congruencia en su pensar, sentir y actuar.
2: Ofrece oportunidades de crecimiento y hacer sentir a tu equipo como el más capacitado para lograr los objetivos y metas del proyecto. Ofrece capacitaciones y adiestramientos competitivos en el área en desarrollo.
3: Promueve el mejoramiento, reconocimiento, promociones y ascensos dentro del equipo. Estimula la excelencia en calidad y servicio. Reconoce públicamente los esfuerzos y mejoras individuales y grupales. Inspira a otros a dar su máximo a nivel intelectual, social y creativo.
4: Estimula la creatividad y la toma de decisiones. Reconoce y premia nuevas ideas, demuestra confianza en las ideas aportadas por los integrantes del equipo para el beneficio común.
Cuando estas cuatro técnicas son empleadas con constancia, el líder empodera a su equipo a dar el máximo de sí mismo con voluntad y pertenencia en la empresa o el proyecto en marcha.
No olvidemos que siempre el líder tiene que tener presente su “principal empresa” que es su familia a la que aplica todas estas estrategias para lograr la máxima cohesión de todos los miembros de la misma.
Cuando un líder adquiere el hábito de edificar a su familia, se le hace muy fácil transferir esa cualidad a los miembros de su equipo o compañeros laborales. Estos a su vez le devolverán ese reconocimiento, y el líder crecerá más en humildad y sabiduría. Aquí vemos el principio que dice: Dar y Recibir son lo mismo.
FORO: piensa cómo te sentirías super feliz de levantarte todos los días a laborar para una empresa o un grupo de colaboración que te valore y te haga sentir indispensable, ¿cómo aplicas estos principios a tu hogar y tu familia?
Eres lo que piensas, y si piensas lo mejor de ti, lo eres tú y lo somos todos... --CGR