Hitler

La vida de Hitler fue considerada como un relato mitológico desde su nacimiento. Nacido en el pueblo de Braunau (Austria), en una región fronteriza con Alemania, este hecho fue considerado como una premonición a su destino, que no debía ser otro que el de unir a las 2 naciones, devolviendo a Austria al seno de Alemania.

En la I Guerra Mundial fue declarado como No Apto para el servicio militar, pero se las ingenió para poder participar en el conflicto como voluntario, siendo herido en el frente de Somme. No hay indicios de que el joven Adolf tuviera un paso destacado en el ejército durante la Guerra Mundial, pero eso no fue handicap para que él exaltara su presencia y su papel en su obra Mein Kampf (Mi lucha).

La guerra lo marcó. En noviembre de 1918 se firma el armnisticio que pone fin al conflicto y se proclama en Alemania la República. En ese momento, se produce un cambio en su vida y es consciente de quiénes son los enemigos de la patria: socialistas y judíos, protagonistas de esa revolución de noviembre.

Poco a poco entró en contacto con diversos grupos (sobre todo el DAP, Partido Obrero Alemán) que creían que la derrota alemana en la I GM se había debido a la traición interna, y que abogaban por un pangermanismo y un antisemitismo radical.

Ante el inminente crecimiento del partido, Hitler y los suyos intentarán un Golpe de Estado, el putsch de la cervecería de Munich en 1923. Sin embargo el intento fracasa y Adolf es ingresado en prisión, lo que le permite dar una vuelta a sus posicionamientos, ya no sólo legales, sino que ve en la violencia un recurso para alcanzar el poder, sobre todo a la violencia callejera de los comandos.

Es durante esta estancia carcelaria cuando decide escribir su obra Mein Kampf. Desprecio por la democracia, por las razas inferiores, odio irracional por los judíos (también por los eslavos) y el uso de la fuerza, son algunos de los elementos claves la obra: "Lo primero de todo, el combate; luego, tal vez, el pacifismo".

Pasan varios años hasta que en 1930 publica junto al DAP los 25 puntos que darían lugar a la fusión de otros partidos para configurar el NSDAP (Partido Obrero Nacional Socialista Alemán).

A pesar de su escaso bagaje político, fue capaz de arrastrar tras de sí a toda una nación con la clara idea de alcanzar y conquistar el poder. Quizás lo que no tenía de político o estratega lo suplía con sus dotes de actor o su capacidad de representación.

Alvaro Diez Cárcamo

Diplomado en Estudios Avanzados (DEA), especialidad Historia Contemporánea

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