Latín vulgar Vs. Latín culto
Por un lado, como ya se ha dicho, el latín vulgar era el hablado por el pueblo y las familias, es decir, por la mayoría de los hablantes del Imperio. Este latín fue extendido por todo el mundo romano por soldados y comerciantes. Al estar alejada de la norma literaria que lo fijara y lo unificara, era una lengua viva (inestable y diversa) que fue evolucionando de forma distinta en los diferentes territorios del Imperio y dio lugar a variantes dialectales que llegarían a ser las lenguas romances modernas.
Por otro lado, el latín culto se desarrolló como lengua común entre los dirigentes y los estudiosos. Al ser diferente de la lengua vulgar, acabó restringiéndose su uso a la Administración, la Iglesia y la Educación.