Dobles jornadas

Muchas personas tienen doble jornada laboral por desarrollar dos puestos de trabajo, o tres, o cuatro. Hoy en día, según en qué lugares, estas situaciones son una realidad cercana.

Aun así, aquí focalizaremos la atención en las dobles jornadas que hacen mayoritariamente las mujeres, y que se caracterizan por estar compuestas de unas horas de  trabajo remunerado y otras de trabajo no remunerado.

Una jornada de trabajo reconocido y nombrado como empleo, el cual requiere de una habilidades y competencias específicas, y otra jornada de trabajo, denominado doméstico, que requiere de multitud de capacidades.

El hablar de doble jornada implica darles a las tareas realizadas en el hogar el estatus de trabajo. Esta visibilización como trabajo de las tareas que se realizan en los hogares es un avance. A pesar de esta mejora, las tareas realizadas en este ámbito están dotadas de poco valor.

Parece que no requiere ningún esfuerzo: pensar, comprar y preparar comida todos los días, organizar el tiempo para llevar a las/os niñas/os al colegio, al igual que limpiar la casa, organizarla, gestionar la economía, la ropa que se necesita, las citas para diferentes gestiones burocráticas, médicas, educativas, etc. Y otro aspecto a señalar es que en el caso de que no haya niñas/os en el hogar las tareas adquieren menor valor.

Esto se relaciona mucho con el amor. Por amor se cuida, se limpia y se prepara la comida. Y es que, aunque haya mucho amor, esos trabajos cansan, en ellos no está contemplado tiempo de ocio/libre, porque no se ven como trabajos. 

Para conocer más sobre cómo se construye el amor romántico y cómo afecta, podéis consultar vídeos o información de Coral Herrera Gómez.

También hemos de observar que, el que las mujeres ocupen jornadas parciales, hace que se justifique el que ellas se ocupen de las tareas del hogar (pues tienen "más tiempo").

El problema viene cuando contabilizamos y comprobamos que esas tareas y responsabilidades: no tienen horario, se desarrollan tanto de noche como de día, en fin de semana y festivos, y no hay pluses por la realización de las mismas. No hay un equilibrio.

Cuando se da una convivencia de dos o más personas adultas, si sólo una persona es la que, principalmente, asume la responsabilidad del hogar. El resto están "más ocupadas" en trabajo fuera del hogar (el que genera ingresos). Las personas que trabajan fuera asumen sólo algunas tareas a modo de “ayuda”: fregar los platos, algunas compras y bajar la basura. No hay una vivencia generalizada de responsabilidad conjunta del hogar como espacio de cuidado, descanso y bienestar del conjunto, que todas las personas participan en cuidar. La organización y gestión queda a cargo, mayoritariamente, de las mujeres.

Malasmadres

Malasmadres

Fuente: Yorokobu, autora: Gema Lozano (revisado: 17/2/17).

Esta imagen está relacionado con el segundo estudio Somos Equipo, que realiza la asociación Yo no renuncio, se arrojan datos muy interesantes sobre el territorio español. Por ejemplo, que el 54% de las mujeres son las principales responsables de las tareas invisibles. Consideran tareas invisibles las tareas de planificación y organización (mentales, simultáneas, imprevisibles).

Para tener un esquema simple de cómo se constituyen las tareas y las responsabilidades desde los estereotipos y los roles que se presuponen en hombres y mujeres, hemos creado estos esquemas:

Ponemos a los hombres primero como PARTE del ejercicio de mostrar los roles y estereotipos, cómo funciona socialmente. Ellos suelen estar primero en los textos que se hace referencia a mujeres y hombres, están más visibles, se tiene más en cuenta lo que dicen, etc.

 

(1) Hombres: organización más lineal, se organiza a partir del yo. Por un lado, está en trabajo remunerado, por otro, sus intereses y por otro, las tareas de hogar. Todo departamentado, separado, dando más tiempo y valor al trabajo y a los intereses personales.

tareas hogar el

 

(2) Mujeres: todo está más interconectado, organización más comunitaria. El trabajo remunerado es una parte de su vida y está conectado con las otras. Las gestiones de la vida del hogar se hacen en los descansos del trabajo, se piensa lo que se va cocinar, etc. Es una gestión más constante y más conectada. Por eso presentamos este gráfico más interconectado, en círculo. En este caso, los tiempos de ocio y los intereses personales quedan más en segundo plano, no se les da prioridad, y en ocasiones ni se alcanza a tenerlos.

tareas hogar ella

 

 

Viendo esto, además de hablar de las dobles jornadas, hay que tomar en cuenta esta carga que se asumen por la diferente organización y priorización de los tiempos. Teniendo en cuenta que, esta sociedad sustenta una organización de tipo “masculino”. Esto va a ser una barrera para otras formas de organización o de percepción de los tiempos y los espacios que pueden desarrollar tanto mujeres como hombres. 

A pesar de que esta barrera es una realidad, las mujeres son agentes activas y toman decisiones. Con esto queremos apuntar que estas estructuras y modelos extendidos se transgreden constantemente

Nota: esta división la hacemos con un objetivo pedagógico, para que se comprenda la división estereotípica que se hace en muchas sociedades, principalmente occidentales. Como apuntamos, el problema aparece cuando en una sociedad se prioriza el trabajo y los intereses individuales de una parte de la población (hombres), desde un tipo de enfoque: patriarcal. Y el resto, que es muy necesario para la supervivencia y el desarrollo de las vidas, se minusvalora y se deja en manos de una sola mitad de la población (mujeres). Esto implica la limitación del desarrollo de las vidas de las mujeres.

Ana Valero Rey

Consultora y formadora en temáticas de género e igualdad

Contenidos que te pueden interesar
Este sitio usa cookies para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Ninguna cookie será instalada a menos que se desplace exprésamente más de 400px. Leer nuestra Política de Privacidad y Política de Cookies. Las acepto | No quiero aprender cursos gratis. Sácame