Qué ventajas tiene un fondo de inversión respecto a una cartera de valores

Una cartera de valores es un conjunto de títulos de renta fija o variable, propiedad de una persona física o jurídica. Se suelen estructurar según el perfil de riesgo del inversor y sus preferencias por los distintos mercados y sectores que lo componen.

Las ventajas de la inversión a través de fondos de inversión respecto a la compra directa de acciones son:

1. Es necesario un menor conocimiento:

Siempre que se invierta en fondos que a su vez inviertan en índices amplios de mercado sin riesgo de divisa, es decir, cuya moneda sea el euro, como el IBEX 35 o el Eurostoxx 50.

Si se invierte en fondos sectoriales (tecnológicas, farmacéuticas, ocio, etc.) de países emergentes o con riesgo de divisa hay que tener un buen conocimiento para valorar de alguna forma el mercado en el se quiera invertir y poder determinar no sólo si conviene hacerlo o no sino también el momento de entrar o salir.

Esto no quiere decir que se pueda invertir en un fondo referenciado al IBEX 35 en cualquier momento, con cualquier cantidad de dinero y sin tener ningún conocimiento sobre la valoración de la Bolsa en dicho momento.

Si alguien quiere invertir en Bolsa pero no tiene conocimientos para ello tendrá menos probabilidades de que el resultado no sea bueno invirtiendo en un fondo referenciado al IBEX 35 o al Eurostoxx 50 que comprando acciones sin ningún criterio ni estrategia definida.

2. Fiscalidad:

Si se traspasa el dinero de un fondo a otro no hay que pagar nada a Hacienda por las plusvalías obtenidas. Por ejemplo, se puede abrir un fondo de renta variable y al cabo de X años o meses (cuando se piense que la Bolsa va a bajar) traspasar todo el dinero a un FIAMM (Fondos de Inversión en Activos del Mercado Monetario).

Más adelante, si la Bolsa baja no se habrá tenido que pagar nada a Hacienda, ni por el dinero ganado con el fondo de renta variable ni por el ganado con el FIAMM.

En el momento en que se reembolse el último fondo en el que se haya invertido (independientemente del número de traspasos que se haya hecho) será cuando se tenga que pagar por las plusvalías generadas en todos los fondos. El hecho de pagar al final, y no en cada traspaso, supone que el dinero que no se ha pagado a Hacienda en cada cambio de fondo ha estado en nuestro poder generando mayor rentabilidad.

3. Las decisiones rutinarias de gestión las toma otro:

El gestor de patrimonio es quien tiene la fución y responsabilidad de decidir en qué mercados se invierte y cuándo. Pero una vez tomada la decisión de invertir en Bolsa de la zona euro por ejemplo, es el gestor el que decide continuamente si debe comprar, debe vender, y en qué invertir los dividendos obtenido de la cartera del fondo.

La ventaja es que el estrés que genera la toma de este tipo de decisiones y el tiempo necesario para hacerlo se “traspasa” a otro (el gestor del fondo), con lo que el inversor queda liberado de estos temas.

Pero hay que tener en cuenta que esto supone un coste (comisiones del fondo) y que existe la posibilidad de que el gestor del fondo no acierte en sus decisiones y obtenga una rentabilidad inferior a la que se pueda obtener un inversor que gestione su propia cartera de valores.

Invertir en fondos supone menos trabajo pero no asegura mayor rentabilidad.

Contenidos que te pueden interesar
Este sitio usa cookies para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Ninguna cookie será instalada a menos que se desplace exprésamente más de 400px. Leer nuestra Política de Privacidad y Política de Cookies. Las acepto | No quiero aprender cursos gratis. Sácame