Créditos preconcedidos

Un crédito preconcedido consiste en que un cliente puede disponer de una cantidad de dinero (normalmente son cantidades que no superan los 30.000 €) otorgada por su banco o caja.

El banco suele conceder estos préstamos a los clientes que consideran de menor riesgo, para ello tiene en cuenta el riesgo que le supone el cliente, es decir, su historial, los productos que tiene contratados, su nómina, etc. Cuanto mayor sea la vinculación del cliente con el banco, más posibilidades tendrá de recibir una oferta de préstamo.

Este préstamo no necesita la aprobación del banco, sólo la solicitud del cliente, ya que está “preconcedido”.

El dinero preconcedido no cuesta nada mientras no se disponga de él. Es un servicio adicional que presta el banco, y hasta que no se dispone del dinero no se devengarán intereses.

La principal ventaja que tiene este crédito es que el cliente puede conocer periódicamente el importe que el banco pone a su disposición para financiación del consumo. Y además, puede disponer de los fondos solicitados desde el mismo momento en que contrate el préstamo.

En el caso en que las condiciones de solvencia del cliente hayan variado en el último mes, el banco puede denegar el préstamo preconcedido.

Estos créditos se pueden obtener muy rápidamente pero no hay que confundirlos con los créditos rápidos o créditos urgentes que ofrecen algunas entidades. Estos ofrecen menos dinero y cobran unos tipo s de interés muy altos. Además, no están preconcedidos, sino que se gestionan, se aprueban o rechazan con más rapidez.