Vida de Sócrates
Sócrates nació en el 469 a. C. a laderas del monte Licabeto. Su padre tenía la profesión de escultor y su madre fue partera. Existen pocas cosas que se saben acerca de la vida de Sócrates, sin embargo se conoce que formo parte en la batalla de Samos en el 440, Delio en el 424, Potidea en el 432 y Anfípolis en el 422 como soldado de infantería. Ayudo como aprendiz a su padre y después fue enviado a estudiar con Anaxágoras, más tarde continuo sus estudios con Arquelao.
Sócrates estudio con su maestro Arquelao matemáticas, astronomía y las enseñanzas de los primeros filósofos. La filosofía fue motivo de estudio durante varios siglos centrándose en la naturaleza y esta filosofía guardaba mucha relación con los eventos cotidianos que se iban generando.
Como ya se ha dicho antes no existe tanta información sobre Sócrates, ya que nunca escribió su propia biografía sin embargo cuanto se sabe es gracias a Platón, quien en sus diálogos se hace referencia a la enseñanza de Sócrates y aparece como una figura principal. Otra biografía es por parte del historiador Jenofonte quien pone a Sócrates como un sabio que quiere llegar al conocimiento y caracterizar la virtud con una personalidad en la que no faltaban ciertos rasgos vulgares y por último esta Aristófanes quién lo satiriza y lo pone como un artista del discurso que engaña con lo que dice eso se lo puede ver en su obra Las nubes.
Sócrates pensaba que las especulaciones acerca de la naturaleza del mundo no podían resultar beneficiosa para la humanidad. Sócrates aun siendo un pensador razonable él era anticientífico y seguramente debido a las influencias que tenía de Parménides de Elea y de quien se dice aprendió mucho. Parménides resolvió el dilema que tenían entre los que pensaban que el mundo estaba compuesto de una sola substancia y como Anaxágoras que creía que se componía de varias solamente diciendo que el mundo es una ilusión, no importa de la cantidad de cosas que creamos que esta echo el mundo, simplemente no existe. La única realidad verdadera es la del ser inmutable, infinito e indivisible siendo “todo es uno” su principio y dictaminando que ¿Para qué perder el tiempo pensando en cómo funcionan las cosas del mundo cuando no son más que una ilusión? Este principio es lo que hacía a Sócrates creer que el estudio de la naturaleza no le llevaría a ninguna parte.
Al creer que la realidad observable es una ilusión, Sócrates y su sucesor Platón, hicieron grandes avances en las matemáticas al considerarlas abstractas y en contacto con la realidad del Ser. Solo Aristóteles es quien vuelve a poner la vista de la filosofía en la realidad, pero la actitud anticientífica de Sócrates logro durante varios siglos que los grandes genios de la cultura griega dejasen de lado la filosofía y dedicarse cada quien a un área específica de conocimiento por ejemplo Hipócrates a la medicina, Arquímedes a la física, etc. Cuando antes la filosofía abarcaba todas las ciencias para tener gran variedad de argumentos en sus teorías.
Sócrates difundía su pensamiento en el mercado de la antigua Atenas y aún entre la multitud debió ser escuchado ya que el Oráculo de Delfos lo declaró el más sabio y al enterarse de esto, dijo que le resultaba difícil creer lo dicho y de ahí sale una de sus premisas más conocidas 2 solo sé que no sé nada”. Tras esta aseveración del oráculo Sócrates se dedicó a interrogar a todos los hombres sabios de Atenas para ver lo que sabían exponiendo creencias erróneas pretendiendo hacer creer que no sabía nada. Le apodaban el “tábano de Atenas” ya que sus preguntas pinchaban a su interlocutor y parecían, a simple vista, menos profundas de lo que eran.
Después de estas averiguaciones no tardó mucho en demostrar que los sabios de Atenas no sabían en realidad nada, al igual que él, pero se dio cuenta de que el Oráculo de Delfos estaba en lo cierto ya que él era más sabio debido a que él sabía que no sabe nada
Sócrates no solo parecía un filósofo, si no que vestía como tal andando casi todo el tiempo con la misma túnica y todo el tiempo iba descalzo y aparte su forma física le daba el calificativo de ser el filósofo más feo. Además siempre andaba sin dinero en sus bolsillos, ya que se negaba a trabajar y decía que tiene que cumplir el trabajo que le encomendaron los dioses demostrando a la gente de Atenas la profundidad de su ignorancia.
Sócrates se casó con Jantipa, la historia pinta a su mujer como alguien de carácter muy fuerte pero la vida junto con Sócrates no debió ser fácil ya que Jantipa debió vivir con alguien que la mayor parte del tiempo la pasaba en la calle si ganar nada de dinero. Tuvieron tres hijos de los cuales no se sabe que hayan seguido el camino de su padre. Aún con las desaprobaciones de la conducta de Sócrates Jantipa siempre estuvo a su lado en los tiempos más difíciles e incluso en su muerte se conoce que la conmovió profundamente.
Tras la guerra del Peloponeso, Lisandro, jefe espartano superviso la instauración de un gobierno simpatizante de Esparta e instalo a los “Treinta Tiranos”, siguiendo un periodo de terror donde muchos huyeron de Atenas donde Sócrates se quedó. Uno de los líderes de los “Treinta Tiranos” era Critias quien fue discípulo de Sócrates, quien no olvidó sus enseñanzas y dicto un edicto evitando que se enseñe la filosofía en las calles y especialmente Sócrates a quien conocía por sus métodos de envolver a la gente.
Tras derrocar al gobierno de los treinta tirano y siendo Sócrates apresado por ellos, el gobierno de la democracia le da amnistía y libera a Sócrates. Tras estos hechos en el 399 a. C. Sócrates es arrestado injustamente y llevado a juicio, los cargos eran claramente una farsa pero llevaban a la pena de muerte. En el juicio se muestra claramente inocente per fallan en su contra y debió ser ajusticiado en ese mismo momento sin embargo al día anterior la galera sagrada había iniciado su viaje y no se podía llevar a cabo ninguna ejecución hasta su regreso.
Tras un tiempo se da noticias de que la galera está a punto de llegar y van sus amigos a verlo y lo intentan persuadir de que se escape pero Sócrates lo niega rotundamente. Jantipa también lo va a ver y Sócrates se despide de ella y le pide que se marche porque no quiere muestras embarazosas de emoción. Al marcharse Jantipa le dice “¡pero tú eres inocente!” A lo que Sócrates responde “¿Hubieses preferido que sea culpable?”.
Sócrates tras recibir la cicuta alega hasta el final ignorancia y pregunta “¿cuál es el modo de proceder?”. Sócrates bebe un solo trago y tiempo después la insensibilidad se va apoderando de su cuerpo y sus últimas palabras son: “Recuerda, Critón, que le debo un gallo a Esculapio”.