La respiración

La respiración

 

El trabajo de la respiración está orientado a abrir los canales de energía mediante la respiración y a dirigir el flujo del qi (aliento) mediante la intención. 

El método más natural de dirigir la respiración es hacerse consciente de la misma contando el número de inspiraciones y espiraciones mientras se respira. 

Esta técnica se utiliza generalmente para detener el desvarío del pensamiento o para apartar la mente de lo que sucede fuera. 

En cualquier caso, este método debería abandonarse una vez que la mente se ha centrado, o de lo contrario el practicante puede hacerse demasiado dependiente de un proceso activo de aquietamiento de la mente, con lo que nunca alcanzará la verdadera quietud de la no-acción. 

Una forma intermedia de dirigir la respiración implica retener el aliento durante algún tiempo antes de expulsarlo o inhalarlo. 

Este método se parece a ciertas formas de control de la respiración utilizadas en el yoga. 

Se utiliza para que el aliento (qi) pueda alcanzar cada una de las partes del cuerpo y penetre en los tejidos profundos, los órganos internos y los huesos antes de que el aire muerto sea expulsado. 

Este tipo de control de la respiración requiere un diagrama fuerte y un sistema respiratorio eficaz. 

Sin esta fortaleza, la toma de oxígeno durante la inhalación será insuficiente y la retención del aliento producirá más daños que beneficios. 

La forma más avanzada de dirigir la respiración es dejar que la intención guíe el aliento. Cuando la mente está vacía de pensamientos emerge la verdadera intención. 

En el taoísmo, la verdadera intención procede del espíritu original y está dotada de una dirección y un propósito. 

El movimiento del aliento sigue los canales abiertos dentro del cuerpo. La intención y el aliento pueden dirigirse a diversas zonas del cuerpo. 

El control de la respiración es la base del desarrollo del Chi Kung, también del Tai Chi.

 

Respiración básica en Tantien

-Sentados cómodos, con la espalda vertical, sin apoyarla en ningún respaldo, imaginamos que el aire entra con suavidad por la nariz y desciende hasta Tantien (tres dedos por debajo del ombligo, hacia el interior).

Al expulsar el aire este sale de Tantien y asciende para ser espirado por la nariz.

La lengua se apoya en el paladar, sin llegar a los dientes.

Nos puede ayudar a tomar conciencia de Tantien, apoyar las palmas en el abdomen. 
La palma izquierda encima del abdomen, la derecha cubriéndola (las mujeres al revés, la palma derecha sobre el abdomen).

La respiración ha de ser suave y no debe requerir el movimiento del pecho o de los hombros. 
Al sentarnos la cabeza ha de estar erguida sin que haya tensión en los hombros.

Si es necesario iremos corrigiendo la posición de la espalda durante el ejercicio.

Hemos de estar cómodos. Podemos sentarnos en una silla o utilizar un cojín para apoyar los isquiones.

Una vez dominemos este ejercicio podemos pasar al siguiente:

-Sentados cómodos, con la espalda vertical, sin apoyarla en ningún respaldo, imaginamos que el aire entra horizontalmente hacia Tantien (tres dedos por debajo del ombligo, hacia el interior) y sale verticalmente por Huiyin (perineo, extremo inferior de nuestro cuerpo en la posición sentado) para hundirse en la tierra.

 

Respiración de las seis puertas

Tumbados, nos relajamos hasta que los hombros se apoyen cómodamente en el suelo, las palmas de las manos hacia arriba. Los pies relajados. Atenderemos a la relajación de cuello hombros y pelvis.

Imaginamos que el aire al inspirar entra por el centro de las palmas de las manos (Laogong), de las plantas de los pies (Yongquan), por el extremo superior de la cabeza (Baihui) y por el perineo (Huiyin) para dirigirse a Tantien.

Al espirar, el aire sale de Tantien hacia las seis puertas.

 

Técnicas gimnásticas

Para la realización de estos ejercicios podemos sentarnos en una silla o en el suelo. Hemos de estar cómodos.

Si deseamos sentarnos en el suelo con las piernas cruzadas es útil un cojín grueso.

La espalda debe estar vertical y no apoyarse. Debemos sentarnos sobre los isquiones y no sobre el coxis.

Mentalmente dirigimos el aire hacia la zona indicada en el ejercicio.

Los describo como técnicas gimnásticas puesto que son la base de técnicas más completas y complejas.

A pesar de ello son ejercicios beneficiosos de por sí y es muy recomendable practicarlos habitualmente. 
 

  • Respiración abdominal

Dirigiremos la atención al estómago y al inspirar relajamos el abdomen dejando que se hinche. Intentamos no mover los músculos intercostales ni las clavículas.

Para ayudarnos a centrar la atención podemos apoyar las manos debajo del ombligo. 
 

  • Respiración Intercostal

Apoyamos las manos sobre las costillas flotantes. Respiramos intentando no mover los músculos abdominales ni las clavículas. 
Esta zona del cuerpo suele estar poco desarrollada y este ejercicio es conveniente realizarlo también dirigiendo el aire únicamente hacia un lado del cuerpo, primero el izquierdo, después el derecho.

  • Respiración clavicular

Este ejercicio será fácil, ya que, la mayoría de personas están acostumbradas a realizar únicamente este tipo de respiración. 
Apoyamos las manos en el pecho y respiramos sin mover el abdomen ni las costillas, elevando el tórax.

  • Respiración completa

Inhalamos lentamente por la nariz y dirigimos el aire hacia Tantien, el bajo abdomen, seguimos inhalando llenando la parte media del pecho y los costados; seguimos inhalando para llenar la parte más alta del tórax. 
No se debe realizar fuerza en ningún momento. Si nos vemos obligados a espirar o inspirar de golpe es que hemos ido más allá de nuestra capacidad. 

Al espirar invertimos el proceso. Espiramos vaciando la parte superior del tórax. Proseguimos con la parte media y continuamos con el abdomen, hasta expulsar todo el aire del cuerpo.

 

Existen 4 condiciones para respirar bien:
Con libertad 
Con lentitud 
Con finura 
Con equilibrio

Posición 
- Siéntate cómodamente en el borde de una silla o con un cojín, si lo haces en el suelo. 
- Los muslos han de estar separados y los pies enraizados al suelo. 
- Siéntate erguido con los hombros yi el abdomen relajados. 
- Apoya las manos sobre la falda, de forma cómoda. 
- Evita las distracciones y sigue el proceso respiratorio sin control, como si fueras una ventana abierta de par en par. 
- "Fresquito-calorcillo" es una sensación agradable. Cuando el aire va entrando, se nota el contraste de la temperatura del cuerpo y el ambiente. 
- Atención sin tensión. Absorber el aire sin distraerse. Contemplación con los cinco sentidos.

Seis etapas al respirar 
- Su Numerar-Valorar-Apreciar 
- Sui Seguir-Acompañar el Aire. 
- Chii Parar-controlar el aire. 
- Kua Expansionar-Contemplar. 
- Jua Regreso a sí mismo. Yo con mi respiración. 
- Shu Como un feto. Retorno al origen.

La vida depende del movimiento del corazón. A través de la respiración controlas el corazón, el movimiento. 

En medio del espíritu y del cuerpo de halla el aire. Primero has de descubrir el aire; respirar; después el espíritu y al final, el vacío. 

Lo has de seguir hasta llegar al Gran Final (Tai Chi), pero si no lo experimento no puedo creer. 

El espíritu necesita el aire para combinarse con la materia. 

El sabio hace cada vez la respiración más profunda y suave. La ballena utiliza el 80% de su capacidad pulmonar. Un deportista, apenas un 10%. 

Cuanto más despacio, más sentirás y más tranquilo estarás.

Con la práctica se puede llegar muy lejos. 

Sin respirar no podemos movernos ni vivir. 

El Tan-tien es un espacio vital, principio, punto fijo, punto de partida. El feto recibe la sangre de la madre y se va formando el corazón, el cual forma también el cuerpo. 

Cuando cortan el cordón umbilical, deja de funcionar la respiración fetal (círculo cerrado) y funciona solo el corazón con el aire exterior (círculo abierto). El Tan-tien permanece atrofiado, olvidado. 

Con la mente podemos rehacer, resucitar este corazón y volver a la fuente de la vida. 

Para poder sentirlo es necesario moverlo: cuánto más lo movemos, más lo sentimos. Habríamos de conducir nuestra vida a este punto. 

La respiración pulmonar es un círculo abierto, mecánico. Somos como un saco de aire, sin aire no sentimos nada de nada. 

Hemos de notar, experimentar el Tan-tien de forma lineal y continua. La experiencia viene de la práctica. 

El corazón es un motor incansable que mueve con cada pulso cinco litros de sangre. Hemos de seguir esta fuerza. 

Tenemos más de 500 músculos. Cada músculo tiene derecho a moverse. Cuanto más despacio nos movemos, más intervienen los músculos.

La vida es necesario saborearla. Amor y vida nunca se pueden separar: Vivir es amar; amar es vivir. Una vida absoluta. 

 

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