Zonas a mejorar con la práctica de ejercicio en el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer se modifica considerablemente, especialmente en algunas zonas como: la pelvis, el abdomen y los senos.
Por la especial impregnación acuosa de las partes blandas y por la presencia en mayor cantidad de ciertas hormonas llamadas progesterona y H.C.G (Hormona gonadotrofina-coriónica), las articulaciones están más flexibles por tanto pueden producirse dolores articulares: en la sínfisis púbica y en las articulaciones sacro ilíacas, debido al aumento paulatino del diámetro pélvico.
El centro de gravedad pasa hacia adelante por lo cual, hay músculos que se acortarán para compensarlo como extensores lumbares.
Los músculos debilitados serán entonces: glúteo mayor y recto abdominal.
El aumento del tamaño y peso de los senos, hace que se acorten los pectorales menores.
Intensificado por malas posturas y malos hábitos al dar de mamar, esto solo incrementa el estrés sobre la columna, llevando a dolores de hombro y cuello respectivamente.
Las costillas se elevarán y la presión sobre el piso pélvico será mayor.
El dolor lumbar, es una de las mayores causas de ausentismo laboral en el mundo.
Muchos de nosotros nos sentamos en malas posiciones, nos colocamos en una fila de pie (parados) de cualquier manera o levantamos cargas sin el menor cuidado.
Todo esto como resultado de la falta de acción de nuestros músculos posturales que se debilitan. Esto adquiere mayor importancia durante esta etapa, por ello en este curso nos enfocaremos en la activación de los mismos.
Generalmente se piensa en la postura como algo estático, (cuando realmente forma parte de nuestra actividad diaria), contrariamente a esta afirmación, la postura es totalmente dinámica.
Este curso te recomienda que antes de comenzar el programa de ejercicios, realices un reconocimiento dimensional y una representación de la propia pelvis como inicio.
