La libertad condicionada
Cuando comencé la educación no obligatoria la maestra de filosofía nos preguntó si éramos libres, yo pensaba que si lo éramos pero no sabía explicarlo ya que hay multitud de contrargumentos.
En la actualidad afirmo que sí somos libres, en una libertad condicionada. Toda elección tiene una consecuencia, ya si es positiva o negativa es subjetivo. Por ejemplo, yo decido invertir mi dinero en comprarme una casa y en un coche, y como consecuencia no puedo viajar.
Creer en la libertad condicionada tiene un efecto muy positivo en el rendimiento cerebral y potencia actitudes de responsabilidad de uno mismo.