Sistema urinario

El sistema urinario es el conjunto de órganos que participan en la formación y
evacuación de la orina. Está constituido por dos riñones, órganos densos
productores de la orina, de los que surgen sendas pelvis renales como un ancho
conducto excretor que al estrecharse se denomina uréter, a través de ambos
uréteres la orina alcanza la vejiga urinaria donde se acumula, finalmente a través
de un único conducto, la uretra, la orina se dirige hacia el meato urinario y el
exterior del cuerpo.

Los riñones filtran la sangre y producen la orina, que varia en cantidad y
composición, para mantener el medio interno constante en composición y volumen,
es decir para mantener la homeostasis sanguínea.

Concretamente, los riñones regulan el volumen de agua, la concentración iónica y
la acidez (equilibrio ácido base y pH) de la sangre y fluidos corporales, además
regulan la presión arterial, eliminan residuos hidrosolubles del cuerpo, producen
hormonas y participan en el mantenimiento de la glucemia, en los estados de
ayuno.

 

LOS RIÑONES SITUACIÓN Y PRINCIPALES RELACIONES ANATÓMICAS
Los riñones están situados en el abdomen a ambos lados de la región dorsolumbar
de la columna vertebral, aproximadamente entre la 12ª vértebra dorsal y la 3ª
vértebra lumbar, situándose el derecho en un plano inferior al izquierdo, debido a la
presencia del hígado.

La cara posterior de cada riñón se apoya en la pared abdominal posterior formada por los músculos posas mayor, cuadrado de los lomos y transverso del abdomen de cada lado, su cara anterior está recubierta por el peritoneo, de ahí que se consideren órganos retroperitoneales. A través de la membrana peritoneal, los riñones se relacionan con los órganos intraabdominales vecinos.

El riñón derecho se relaciona con la vena cava inferior, la segunda porción del
duodeno, el hígado y el ángulo hepático del colon, con los dos últimos a través del
peritoneo.

El riñón izquierdo se relaciona con la arteria aorta abdominal, el estómago, el
páncreas, el ángulo esplénico del colon y el bazo.

El polo superior de cada riñón está cubierto por la glándula suprarrenal
correspondiente, que queda inmersa en la cápsula adiposa.

 

INERVACIÓN E IRRIGACIÓN
La inervación de ambos riñones corre a cargo de los nervios renales que se
originan en el ganglio celíaco, estructura nerviosa del sistema nervioso autónomo
simpático situada sobre la arteria aorta abdominal, a ambos lados del tronco
arterial celíaco, justo por debajo del diafragma. Los nervios renales forman el plexo
renal que penetra en los riñones acompañando a las arterias renales, la mayoría
son vasomotores (inervan vasos sanguíneos), de manera que regulan el flujo
sanguíneo renal.

 

VÍAS URINARIAS INTRARRENALES: CÁLICES Y PELVIS RENAL
Son el conjunto de canales excretores que conducen la orina definitiva desde su
salida del parénquima renal hasta el exterior del riñón: los cálices menores y
mayores, la pelvis renal.

Los cálices menores son unas estructuras visibles macroscópicamente, en forma
de copa, situados en el seno renal. Recogen la orina procedente de los conductos
papilares que desembocan en la papila renal (vértice agujereado de cada pirámide
medular). En cada riñón hay tantos cálices menores como pirámides, es decir entre
8 y 18 aprox.

Los cálices mayores, en número de 2 a 3 por riñón, conducen la orina de los
cálices menores a la pelvis renal.

 

EXTRARRENALES: URÉTERES, VEJIGA Y URETRA
Son los uréteres, la vejiga urinaria, la uretra: La pelvis renal de cada riñón se
continua con el uréter correspondiente éstos son dos finos conductos músculomembranosos (entre 4 y 7 mm de diámetro), retroperitoneales, que terminan en la base de la vejiga urinaria, dibujando un trayecto de entre 25 a 30 cm., con una
porción abdominal y una pelviana.

 

FORMACIÓN DE LA ORINA
La formación de la orina pasa por tres etapas fundamentales:

  • (1) la filtración glomerular
  • (2) la reabsorción tubular
  • (3) la secreción tubular

La mayor parte de substancias excretadas, es decir las que se encuentran en la
orina definitiva, pasan por las dos primeras.

 

LA FILTRACIÓN GLOMERULAR
La filtración glomerular es la etapa inicial en la formación de la orina, consiste en el
paso de parte del plasma sanguíneo que circula por los capilares glomerulares del
riñón, hacia el espacio capsular de Bowman, atravesando la membrana de
filtración, ésta es un filtro complejo formado por tres estructuras: la membrana
basal y el endotelio fenestrado, ambos, constituyentes de los capilares
glomerulares y la capa de podocitos, propia de la pared visceral de la cápsula
de Bowman, que los rodea. Los podocitos son células epiteliales muy modificadas
con largas prolongaciones citoplasmáticas llamadas pedicelos.

Los elementos formes de la sangre (hematíes leucocitos y plaquetas) así como las
proteínas plasmáticas no pueden atravesar la membrana de filtración, de ahí que el
filtrado, orina primitiva u orina inicial que se recoge en el espacio de Bowman
tenga una composición similar a la del plasma, excepto en lo que concierne a las
proteínas.

Para que haya filtración glomerular debe haber suficiente presión sanguínea en los
capilares glomerulares, esto se consigue si la presión arterial sistémica (PAS)
es igual o superior a 60 mmHg, ya que cifras menores no producen una presión
capaz que forzar el paso del agua y solutos del plasma hacia el espacio capsular de
Bowman.

Gracias a distintos mecanismos reguladores en los que, entre otras, intervienen
hormonas producidas por el propio riñón (en el aparato yuxtaglomerular), se
consigue que la filtración glomerular se mantenga constante entre 80 y
180 mmHg de PAS.

La Presión neta de filtración (PNF) que hace posible la filtración glomerular, es el
resultado de las siguientes fuerzas contrapuestas: 1) la presión hidrostática de
la sangre en el glomérulo (PHSG) que depende de la PAS y favorece la
filtración, 2) la presión hidrostática del filtrado en la cápsula de Bowman
(PHC) y 3) la presión coloidosmòtica (oncótica) de la sangre glomerular
(PC), ambas opuestas a la filtración.

 

LA REABSORCIÓN TUBULAR
La reabsorción tubular es el retorno de gran parte del filtrado al torrente
sanguíneo: las sustancias imprescindibles para el cuerpo como el agua, la glucosa,
los aminoácidos, vitaminas, parte de la urea, los iones Na+, K+, Ca2+, Cl-, HCO3
- (bicarbonato), HPO4 2- (fosfato) abandonan los túbulos de las nefronas e ingresan en los capilares peritubulares, atravesando las paredes de ambas estructuras.

El motor de la reabsorción tubular de gran parte del filtrado es el continuo
funcionamiento de las bombas de Sodio/potasio (ATPasa de Na+/K+)
ubicadas en la cara basal de las células tubulares. Estos dispositivos moleculares
consumen energía en forma de ATP para poder transportar ambos iones en contra
de su gradiente de concentración (transporte activo). Las bombas de Na+/K+ crean
un flujo de sodio desde el filtrado hacia los capilares que directa o indirectamente
propicia la reabsorción de todo lo demás.

La reabsorción del 99% del filtrado sucede a todo lo largo del túbulo renal
especialmente en el segmento contorneado proximal (un 80% aprox.) mientras que
el ajuste preciso del volumen y composición de orina definitiva se efectúa en el
túbulo contorneado distal y colector.

 

 

SECRECIÓN TUBULAR
La secreción tubular es la transferencia de materiales desde la sangre de los
capilares peritubulares y de las células de los túbulos renales hasta el líquido
tubular, con el objetivo de regular la tasa de dichas sustancias en el torrente
sanguíneo y de eliminar desechos del cuerpo. Las principales substancias
secretadas son H+, K+, NH4 + (iones amonio), creatinina y ciertos fármacos como la
penicilina.

 

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