Sistema respiratorio

El sistema respiratorio está formado por las estructuras que realizan el intercambio
de gases entre la atmósfera y la sangre. El oxígeno (O2) es introducido dentro del
cuerpo para su posterior distribución a los tejidos y el dióxido de carbono (CO2)
producido por el metabolismo celular, es eliminado al exterior.

Además interviene en la regulación del pH corporal, en la protección contra los
agentes patógenos y las sustancias irritantes que son inhalados y en la
vocalización, ya que al moverse el aire a través de las cuerdas vocales, produce
vibraciones que son utilizadas para hablar, cantar, gritar......

El proceso de intercambio de O2 y CO2 entre la sangre y la atmósfera, recibe el
nombre de respiración externa.

El proceso de intercambio de gases entre la sangre de los capilares y las células de
los tejidos en donde se localizan esos capilares se llama respiración interna.

 

TRACTO RESPIRATORIO SUPERIOR NARIZ Y FOSAS NASALES.
La nariz es la parte superior del sistema respiratorio y varía en tamaño y forma en
diferentes personas. Se proyecta hacia adelante desde la cara, a la que está unida
su raíz, por debajo de la frente, y su dorso se extiende desde la raíz hasta el vértice
o punta.

La parte superior de la nariz es ósea, se llama puente de la nariz y está
compuesto por los huesos nasales, parte del maxilar superior y la parte nasal del
hueso frontal.

La parte inferior de la nariz es cartilaginosa y se compone de cartílagos hialinos: 5
principales y otros más pequeños.

En el interior de la nariz se encuentra el tabique nasal que es parcialmente óseo y
parcialmente cartilaginoso y divide a la cavidad nasal en dos partes llamadas las
fosas nasales. La parte ósea del tabique está formada por parte del hueso
etmoides y por el vómer y se localiza en el plano medio de las fosas nasales hasta
el 7º año de vida. Después suele abombarse hacia uno de los lados, generalmente
el derecho. La parte cartilaginosa está formada por cartílago hialino y se llama
cartílago septal.

Las fosas nasales se abren al exterior por dos aberturas llamadas los orificios o
ventanas nasales, limitados por fuera por las alas de la nariz, y se comunican con
la nasofaringe por dos orificios posteriores o coanas. En cada fosa nasal se
distingue un techo, una pared medial, una pared lateral y un suelo.

El techo es curvado y estrecho y está formado por 3 huesos: frontal, etmoidal y
esfenoidal.
El suelo es más ancho que el techo y está formado por parte de los huesos maxilar
y palatino.

La pared interna está formada por el tabique nasal óseo y es lisa.
La pared externa es rugosa debido a la presencia de 3 elevaciones óseas
longitudinales: los cornetes nasales superior, medio e inferior que se proyectan
hacia el interior de cada fosa nasal y se curvan hacia abajo formando canales de
paso de aire que se llaman meatos. Debajo del cornete superior se encuentra el
meato superior en donde desembocan los senos etmoidales. Debajo del cornete
medio se encuentra el meato medio en donde desembocan los senos maxilar y
frontal. Debajo del cornete inferior se encuentra el meato inferior, en donde
desemboca el conducto lácrimo-nasal.

Las fosas nasales en su parte más exterior están recubiertas por piel que contiene
un cierto número de gruesos pelos cortos o vibrisas y en su parte restante, por una
membrana mucosa con epitelio seudoestratificado columnar ciliado.

Las vibrisas atrapan las partículas más grandes suspendidas en el aire inspirado antes de que alcancen la mucosa nasal, mientras que el resto de partículas es atrapado por una fina capa de moco segregada por las glándulas mucosas del epitelio, que luego es
propulsado por los cilios hacia la faringe para ser deglutido e inactivado en el
estómago. Además, el aire inspirado al pasar por la mucosa nasal es humedecido y
calentado antes de seguir su camino por las vías respiratorias.

El 1/3 superior de la mucosa nasal, situada en el techo y la zona superior de las
paredes interna y externa de las fosas nasales, es la mucosa olfatoria, ya que
contiene los receptores sensitivos olfatorios.

 

SENOS PARANASALES
Los senos paranasales son cavidades llenas de aire, de diferente tamaño y forma
según las personas, que se originan al introducirse la mucosa de la cavidad nasal
en los huesos del cráneo contiguos y, por tanto, están tapizadas por mucosa nasal,
aunque más delgada y con menos vasos sanguíneos que la que recubre las fosas
nasales.

Los huesos que poseen cavidades aéreas son el frontal, el etmoides, el
esfenoides y el maxilar superior. En el recién nacido, la mayoría de senos son
rudimentarios o están ausentes y durante la infancia y la adolescencia crecen e
invaden los huesos adyacentes. El crecimiento de los senos es importante porque
altera el tamaño y la forma de la cara y da resonancia a la voz. El moco secretado
por las glándulas de la mucosa que los tapiza, pasa a las fosas nasales a través de
los meatos.

  • Senos frontales. Se localizan entre las tablas interna y externa del hueso frontal, por detrás de los arcos superciliares y a partir de los 7 años ya pueden ser visualizados en radiografías. Aunque es posible encontrar numerosos senos frontales, lo habitual es que haya uno derecho y otro izquierdo, que rara vez son de igual tamaño en una misma persona ya que el tabique que los separa no suele encontrarse en el plano medio. El tamaño de los senos frontales varía desde unos 5 mm hasta grandes espacios que se extienden lateralmente. Cada seno frontal comunica con la fosa nasal correspondiente a través del meato medio.

 

  • Senos etmoidales. El número de cavidades aéreas en el hueso etmoides varía de 3-18 y no suelen ser visibles radiológicamente hasta los 2 años de edad. Desembocan en las fosas nasales por los meatos superiores.

 

  • Senos esfenoidales. Suelen ser 2, se sitúan en el hueso esfenoides, por detrás de la parte superior de las fosas nasales, están separados entre sí por un tabique óseo que habitualmente no se encuentra en el plano medio y están en relación con estructuras anatómicas importantes como son los nervios ópticos, el quiasma óptico, la hipófisis, las arterias carótidas internas y los senos cavernosos. A diferencia de los otros senos éstos desembocan en las fosas nasales por encima de los cornetes superiores.

 

  • Senos maxilares. Son los senos paranasales más grandes y su techo es el suelo de la órbita. En el momento del nacimiento son muy pequeños pero luego crecen lentamente hasta el momento en que salen los dientes permanentes. Desembocan en la fosa nasal correspondiente por el meato medio a través de un orificio situado en la parte superior-interna del seno, de modo que es imposible su drenaje cuando la cabeza está en posición vertical, motivo por el que se requieren maniobras especiales.

 

BOCA
La boca es la primera parte del tubo digestivo aunque también se emplea para
respirar. Está tapizada por una membrana mucosa, la mucosa oral, con epitelio
estratificado escamoso no queratinizado y limitada por las mejillas y los labios. El
espacio en forma de herradura situado entre los dientes y los labios, se llama
vestíbulo y el espacio situado por detrás de los dientes es la cavidad oral
propiamente dicha.

El techo de la cavidad oral está formado por el paladar que
consiste en dos partes: una ósea llamada paladar duro, formada por parte de los
huesos maxilar superior y palatinos y otra, formada por músculos pares recubiertos
de mucosa, llamada el paladar blando o velo del paladar, que se inserta por
delante en el paladar duro y, por detrás es libre y presenta una proyección cónica
en la línea media, la úvula.

A cada lado del paladar blando hay dos músculos recubiertos de repliegues
verticales de mucosa que constituyen los dos pilares anteriores y los dos pilares
posteriores del paladar y forman el istmo de las fauces o puerta de
comunicación de la cavidad oral con la parte oral de la faringe u orofaringe. Por su
parte anterior la cavidad oral se comunica con el exterior por la abertura de la
boca.

 

FARINGE
La faringe es un tubo que continúa a la boca y constituye el extremo superior
común de los tubos respiratorio y digestivo. En su parte superior desembocan los
orificios posteriores de las fosas nasales o coanas, en su parte media desemboca el
istmo de las fauces o puerta de comunicación con la cavidad oral y por su parte
inferior se continúa con el esófago, de modo que conduce alimentos hacia el
esófago y aire hacia la laringe y los pulmones.

 

LARINGE
Es un órgano especializado que se encarga de la fonación o emisión de sonidos
con la ayuda de las cuerdas vocales, situadas en su interior. Está localizada entre
la laringofaringe y la tráquea y es una parte esencial de las vías aéreas ya que
actúa como una válvula que impide que los alimentos deglutidos y los cuerpos
extraños entren en las vías respiratorias.

Está tapizada por una membrana mucosa
con epitelio estratificado escamoso no queratinizado y su esqueleto está formado
por 9 cartílagos unidos entre sí por diversos ligamentos. Tres cartílagos son
impares: el tiroides, el cricoides y la epiglotis y tres cartílagos son pares: los
aritenoides, los corniculados y los cuneiformes

 

TRÁQUEA
Es un ancho tubo que continúa a la laringe y está tapizado por una mucosa con
epitelio seudoestratificado columnar ciliado. La luz o cavidad del tubo se mantiene
abierta por medio de una serie de cartílagos hialinos (16-20) en forma de C con la
parte abierta hacia atrás. Los extremos abiertos de los anillos cartilaginosos
quedan estabilizados por fibras musculares lisas y tejido conjuntivo elástico
formando una superficie posterior plana en contacto directo con el esófago, por
delante del cual desciende, lo que permite acomodar dentro de la tráquea las
expansiones del esófago producidas al tragar.

Termina a nivel del ángulo esternal y de la apófisis espinosa de la 4ª vértebra torácica, al dividirse en los bronquios principales derecho e izquierdo. El arco o cayado de la aorta en un principio es anterior a la tráquea y luego se coloca en su lado izquierdo.

 

BRONQUIOS
Los bronquios principales son dos tubos formados por anillos completos de
cartílago hialino, uno para cada pulmón, y se dirigen hacia abajo y afuera desde el
final de la tráquea hasta los hilios pulmonares por donde penetran en los pulmones.

El bronquio principal derecho es más vertical, corto y ancho que el izquierdo lo que
explica que sea más probable que un objeto aspirado entre en el bronquio principal
derecho. Una vez dentro de los pulmones, los bronquios se dividen continuamente,
de modo que cada rama corresponde a un sector definido del pulmón.

Cada bronquio principal se divide en bronquios lobulares que son 2 en el lado
izquierdo y 3 en el lado derecho, cada uno correspondiente a un lóbulo del pulmón.

Cada bronquio lobular se divide, a su vez, en bronquios segmentarios que
corresponden a los llamados segmentos pulmonares, cada uno de los cuales tiene
sus propios bronquio, arteria y vena segmentarios. Los bronquios segmentarios, a
su vez, se dividen en bronquios más pequeños o bronquíolos que se ramifican en
tubos más pequeños, de un modo repetido hasta formar los bronquíolos
terminales. Toda esta ramificación bronquial se parece a un árbol invertido y por
ello se llama árbol bronquial.

 

PULMONES
Los pulmones son los órganos esenciales de la respiración. Son ligeros, blandos,
esponjosos y muy elásticos y pueden reducirse a la 1/3 parte de su tamaño cuando
se abre la cavidad torácica. Durante la primera etapa de la vida son de color
rosado, pero al final son oscuros y moteados debido al acúmulo de partículas de
polvo inhalado que queda atrapado en los fagocitos (macrófagos) de los pulmones
a lo largo de los años.

El pulmón tiene la forma de un semicono, está contenido dentro de su propio
saco pleural en la cavidad torácica, y está separado uno del otro por el corazón y
otras estructuras del mediastino.

El pulmón derecho es mayor y más pesado que el izquierdo y su diámetro vertical es menor porque la cúpula derecha del diafragma es más alta, en cambio es más ancho que el izquierdo porque el corazón se abomba más hacia el lado izquierdo. El pulmón izquierdo está dividido en un lóbulo superior, que presenta la escotadura cardíaca en donde se sitúa el corazón, y un lóbulo inferior. El pulmón derecho está dividido en tres lóbulos: superior, medio e inferior.

Cada pulmón presenta un vértice, una base y dos caras. El vértice es el polo
superior redondeado de cada pulmón y se extiende a través de la abertura superior
del tórax, por encima de la 1ª costilla. La base o cara diafragmática es cóncava y
en forma de semiluna y se apoya en la superficie convexa del diafragma que separa
al pulmón derecho del hígado y al pulmón izquierdo del hígado, estómago y bazo.

La cara costal es grande, lisa y convexa y se adapta a la pared torácica y la cara
interna tiene una parte vertebral que ocupa el canal a cada lado de la columna
vertebral y otra mediastínica que presenta depresiones debido al corazón y los
grandes vasos.

El hilio de cada pulmón se encuentra cerca del centro de la cara interna, está
rodeado por pleura y es la zona por donde pasan las estructuras que entran y salen
de cada pulmón (arterias, venas, bronquios, nervios, vasos y ganglios linfáticos)
formando los pedículos pulmonares que también están rodeados por pleura. De
este modo los pedículos unen la cara interna de cada pulmón al corazón y la
tráquea.

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