Encajar un objeto sencillo
Empezaremos por el encaje de objetos cotidianos que vemos todos los días: tazas, jarrones, azucareros… pero os aconsejo para empezar absteneros de complicaciones; si hacéis un jarrón, de momento no le pongamos flores, para centrarnos en las figuras geométricas que representan. Si ya tenéis alguna habilidad en este proceso os podéis recrear más tarde en el sombreado de diferentes texturas.
División de los objetos en partes iguales para proporcionarlos
A la hora de encajar debemos tener en cuenta en primer lugar, la división de los objetos en partes iguales para proporcionarlos. Un ejemplo sería que si tomamos como medida para proporcionar el dibujo la base de una taza (1), la altura podría ser dos veces esta (1 y 2). Una forma de hallar estas proporciones es estirar el brazo y medir con un lápiz; es una postura clásica de los pintores cuando copian del natural… Si tomamos la medida del ancho de una taza colocando el dedo donde acaba la medida y luego señalamos en el dibujo las veces que contiene esa medida la altura, una y media, dos, tres… así se va proporcionando los objetos, según se trasladan al dibujo.
En este ejercicio vemos una sencilla taza. La altura de ésta es su ancho dos veces, según indicamos; ya tenemos la primera proporción, teniendo el dato del ancho y el alto podemos meterla en un rectángulo.