Desarrollo perceptivo-cognitivo

En el primer año de vida los procesos cognitivos (capacidad para desarrollar conocimientos) están muy relacionados con la percepción (lo que nos permite, a través de los sentidos, recibir y organizar los estímulos para asimilar y procesar los datos para que así se produzca conocimiento).

Teniendo en cuenta los trabajos e investigaciones de J. Piaget, el niño en este primer año de vida pasa por los cuatro primeros subestadios del periodo sensorio-motor.

En el primer mes destaca la importancia de los actos reflejos; su comportamiento lo podemos entender como respuestas programadas a estímulos externos que le van a permitir la adaptación al entorno.

Del primer al cuarto mes, Piaget habla de las reacciones circulares primarias; que no son más que comportamientos simples repetitivos descubiertos al azar y con consecuencias agradables centradas en su propio cuerpo.

A partir del cuarto mes hasta los 8 meses aproximadamente, los resultados de su conducta se generalizan al entorno, ya no se encuentran circunscritos a su propio cuerpo. En esta subetapa comienza la imitación.

De 8-12 meses se inicia la conducta intencional (dirigida a una meta determinada), el aprendizaje observacional (fundamental para imitar acciones que no haya realizado antes) y la permanencia de los objetos (le permitirá diferenciar el mundo de los objetos y lo que es el mismo).