La temperatura
La única manera de saber que nuestro gato tiene fiebre es a través de un termómetro, cualquier otro método no es fiable.
En el veterinario se le ira tomando la temperatura desde pequeño, ya que a un gato que adoptemos de mayor difícilmente nos permita hacerlo.
La única forma de tomarle la temperatura es por el ano, una vez que lo introducimos debemos de inclinarlos para que roce con la pared del intestino, sino estaríamos tomando la temperatura de las heces.
Es preferible usar un termómetro de plástico, como el de la imagen, porque con uno de cristal cuando el gato se mueva puede que se rompa dentro y los cristales hacerle heridas en el ano.
La temperatura normal es superior a la nuestra:
ENTRE 38 Y 39 ºC ES NORMAL.
Esta es una buena forma de poder controlar si nuestro gato está enfermo, pero se por experiencia clínica que muy pocos gatos se dejan tomar la temperatura como el gatito de la primera foto. Si supera de 39 ºC debemos acudir al veterinario, aunque no le notemos ningún síntoma es evidente de que su organismo está sufriendo una patología que hay que curar.