5º día

1ª sesión

Dividimos el espacio escénico en cuatro partes, una es un pedregal, la segunda una área cenagosa, una tercera, playa de arena muy caliente y una cuarta una superficie congelada, deslizante. Nos desplazamos por el espacio y reaccionamos según pisemos en cada una de ellas.

 

2ª sesión. Nos toca trabajar con la voz.

Grotoski, señala unos cuantos resonadores donde el actor debe registrar la voz. Nosotros nos vamos a quedar con los tres más útiles. El cráneo, la cara y la garganta. Vamos a compararnos con los registros de un saxofón o un clarinete, el registro agudo, el normal y el grave.

 

Empezamos el ejercicio:

Primero respiramos como hemos aprendido y seguidamente nos situamos mentalmente en el cráneo y recitamos cada una de las cinco vocales prolongando la duración lo que podamos. Repetimos en el registro de la cara. Luego en el registro de la garganta. Si nos fijamos nos daremos cuenta que los sonidos registrados en el cráneo, proyectados como hacia el techo son más agudos y parecen más lejanos. Son sonidos útiles en situaciones donde se tiene que dar la apariencia de que se grita. Los más utilizados cuando se habla normalmente en el escenario es el registro de la cara. Tengamos presente que cambiar de registro no es cambiar de tono.

 

Si hay tiempo este ejercicio se puede repetir con palabras y luego con frases. Si no lo hay se puede dejar para completar el horario de los días siguientes pues es importante que estos ejercicios se hagan cuantas veces sean necesarias.