Astronomía griega I
La astronomía nació propiamente como ciencia con Tales de Mileto y su discípulo Anaximandro. Tales cree que el constituyente básico del universo es el agua y que la Tierra se apoya sobre un océano de agua; Anaximandro habla de un concepto más abstracto, el apeirón, que podríamos entender como algo ilimitado.
Pitágoras cree que el mundo está constituido por los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego. Por razones de estética geométrica, considera que la Tierra es una esfera y propone que la Luna brilla por reflexión de la luz del Sol.
Platón defiende el universo geocéntrico con la Tierra esférica e inmóvil. Los cuerpos celestes son de carácter divino y se mueven con movimientos circulares y uniformes.
Aristóteles considera dos mundos: supralunar, el cielo, regido por círculos perfectos con movimientos circulares y uniformes; sublunar, la Tierra, donde las cosas se mueven con movimientos imperfectos y cambian. La Tierra está inmóvil en el centro de un conjunto de esferas concéntricas y transparentes que giran a su alrededor (Luna, Sol, 5 planetas) y las estrellas fijas.
