Claves perceptivas secundarias- horizontalidad
El horizonte geográfico, y la linea horizontal que vemos, es la línea que separa la tierra con el cielo, siendo desde siempre un punto de referencia para el hombre. El hombre tiene una postura vertical frente al horizonte.
Cuando observamos un paisaje y su horizonte, veremos que las figuras lejanas se encuentran mas próxima al horizonte, mientras que las más cercanas estarán lejos del horizonte y próximas a nosotros. Si miramos una pintura las figuras que nos parecerán mas cerca nuestro serán las que se asienten mas próxima al borde inferior del cuadro.
La concepción que tenemos de la horizontalidad y verticalidad abarcan mucho más que lo perceptivo relacionado a la pregnancia.
Cito: "La pregnancia es una cualidad que poseen las figuras que pueden captarse a través del sentido de la vista. Dicha cualidad está vinculada a la forma, el color, la textura y otras características que hacen que la persona que observa pueda captarla de manera más rápida y simple".
Nuestro mundo visible lo organizamos en base a coordenadas cartesianas. Esta organización es instintiva, y clasificamos si las cosas están derechas, torcidas, inclinadas o suspendidas, siempre en referencia los ejes de horizontalidad y verticalidad. Si estos los vemos representados en nuestro entorno mas cercano, como nuestra casa, nos guiaremos por los marcos de las puertas o ventanas, las aristas de las paredes o el piso. si se pierden esas lineas de referencia nos sentiremos desorientados.
Los dibujantes y diseñadores usan como guia una línea vertical y otra horizontal, las cuales sirven de referencia para organizar la composición. Los constructores usan la plomada, los geógrafos inventaron los meridianos y paralelos para realizar los mapas. El hombre es dependiente del terreno, y cuando estas referencias visuales no están, recurren a otras claves perceptivas para orientarse.
Al viajar en barco o avión perdemos la referencia de verticalidad y horizontalidad, porque usamos como referencia a un transporte inestable, lo cual generará que veamos al horizonte inclinado. Estas referencias no son solo visuales, ya que si estamos parados sin movernos en una habitación e inclinamos la cabeza, nuestra percepción seguirá viendo las lineas horizontales y verticales. Esta constante natural de buscar el equilibrio en la horizontalidad es intuitiva, y de faltar esta linea el espectador la intuye a la altura de su cabeza.