Rey y dos peones contra rey y peón (4)
(42) Finales de peones
R+2P contra R+P
(Guillermo Gutiérrez)
Ahora veamos un ejemplo de dos peones contra uno, en donde los peones se encuentran unidos, y uno de ellos es bloqueado por un peón rival. Está claro que, sin peones libres, las posibilidades del blanco disminuyen, ya que sólo se puede ganar avanzando su monarca. Para hacer esto debe ganarse la oposición, y por ello en la mayoría de los casos es la oposición la que decide el resultado. Si los peones blancos se encuentran tan avanzados como aparecen en la posición de ésta lección, a menudo se puede ganar incluso sin la oposición.
El monarca negro se encuentra confinado dentro de la parcela d5-a5-a18-d8, de forma que el bando blanco logra la victoria como sigue: 1.Re5! (Parece tentadora la jugada 1.c6+ intentando jugar con 1...bxc6+ (la mejor defensa para las negras es jugar 1...Rc8! 2.Rd6 Rb8 3.c7+ Rc8= y el negro obtiene tablas) 2.Rc5 Rd8 3.Rd6! Rc8 4.Rxc6+- ganando) 1...Rc6 (No se puede conservar la oposición, ya que con 1...Re7? se responde y gana jugando 2.c6+-)2.Rd4 Rd7 3.Rd5 y con esto se arriba a la posición inicial de análisis, solamente que en esta ocasión les corresponde jugar a las negras 3...Rc8 4.Re6 (Aún debe tenerse cuidado, ya que un error puede costar la partida, por ejemplo, si las blancas juegan 4.c6? las negras hacen tablas con 4...Rb8!=; También es posible, sin embargo, 4.Rd6 Rd8 5.Re6 (Sería erróneo en estos momentos jugar 5.c6? por la respuesta 5...Rc8!=) 5...Rc8 6.Re7+-) 4...Rd8 5.Rd6 Rc8 6.Re7 Rb8 7.Rd7 Ra8 y ahora solo el avance del peón gana 8.c6! bxc6 9.Rc7+- y mate en tres jugadas.
Si la misma posición la trasladamos una fila hacia abajo, el bando blanco no podrá ganar, suponiendo desde luego que las negras tengan la oposición (1–0).
