II Internacional Obrera
Se crea en 1889 y establecerá como sede la capital belga, Bruselas.
Debido a que los anarquistas ya no participan en la misma, no se dará la amalgama de corrientes ideológicas que en la I Internacional, siendo mayoría el pensamiento socialista marxista, aunque no significará que todo discurra por unos cauces “normales” o sin divergencias; pues en el seno de esta corriente surgirán dos alineamientos bien diferenciados y que crearán un profundo e intenso debate en las votaciones.
Por un lado se encontraba el ala que podemos denominar como radical, partidarios de la revolución, y en cierto modo de la violencia, para lograr sus fines.
De otro lado estaban los que denominaremos moderados, y que en algunas fuentes se conocen como reformistas; que pretendían una revisión de ciertos puntos del marxismo, pero eran partidarios de la lucha sin violencia y por medios pacíficos.
Ambos grupos se centraron en conseguir una serie de mejoras en las condiciones de vida de los obreros, además de la anhelada jornada laboral de ocho horas; intentado que se plasmase en la legislación vigente de la época.
Establecieron en 1889 el 1 de Mayo como “Día Internacional de los Trabajadores”, y en 1910, el 8 de Marzo como el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”.
Finalmente el movimiento conoce su fin en 1916, no por motivos ideológicos o a causa de discusiones y tendencias encontradas; sino por el estallido de la I Guerra Mundial en 1914, lo que hizo que numerosos obreros se alistaran en el ejército haciendo gala de su patriotismo en detrimento de la lucha por sus intereses en el aspecto laboral y por tanto, perdiendo fuerza dicho movimiento.