Guerra civil española (1936-1939) Consecuencias
Las consecuencias del conflicto fueron devastadoras para la población en general, con terribles pérdidas en todos los aspectos, como se demuestra en que el nivel de vida del país anterior al alzamiento golpista no se recuperó hasta aproximadamente dos décadas después de terminada la guerra.
Podemos dividir las pérdidas en dos grandes bloques, por un lado las demográficas y por otro las económicas.
-Demográficas:
En este apartado vamos a incluir no sólo los muertos por el conflicto, algo bastante difícil de cuantificar por la gran cantidad de cifras que se barajan, y que sin lugar a dudas depende de la visión histórica de la contienda por parte del autor de las mismas, aunque podemos situarlas en torno al millón de fallecidos directamente por los enfrentamientos.
También vamos a hablar de los desaparecidos, represaliados, encarcelados, perseguidos, exiliados, etc… cuyo número es bastante alto, y que provocó no sólo un descenso demográfico de la población en lo que cantidad se refiere, sino en lo que a calidad implica.
Este descenso cualitativo se produce por la persecución sistemática a la que se vieron sometidos todos aquellos sospechosos de no ser afines al régimen franquista, acabando numerosas personas en la cárcel (muchas muertes debido a las malas condiciones de los centros de internamiento y los trabajos a los que eran obligados), fusilados o en el exilio (principalmente a Francia, Unión Soviética y América Latina).
A todo esto hay que sumarle el freno a la natalidad lógico derivado de un conflicto de tal magnitud, lo que hizo que el país se resintiera en este aspecto.
Imagen: Bundesarchiv, Bild 183-H25224 / CC-BY-SA
-Económicas:
Si tuviéramos que elegir un adjetivo para definir las pérdidas económicas sería: Incuantificables.
Económicamente el país se vio inmerso en una espiral negativa fruto de los gastos del conflicto, la destrucción de edificios (que hacía necesaria su reconstrucción), la pérdida de infraestructuras y el tejido industrial, la deuda externa, las pérdidas de reservas de oro, el descenso de la producción agrícola e industrial… todo ello agravado por el descenso demográfico que afectó principalmente a la población en edad de trabajar; así como a la posterior política franquista.
En definitiva, un desastre que afectó de lleno a casi toda la población del país, y decimos “casi toda la población” debido a que como en todo conflicto de estas características, y aunque pueda parecer increíble, hubo quien sacó provecho y se benefició del mismo; como la oligarquía financiera, los terratenientes, la iglesia y el ejército.