Bagan, la ciudad de los 2.000 templos
La ciudad de Bagan (anteriormente llamada Pagan) se encuentra en la actual Myanmar, y fue creada por el pueblo Pyu en el 108, convirtiéndose en la capital del primer imperio birmano en el 1044 tras la unificación llevada a cabo por el rey Anawrahta.
La ciudad estaba rodeada de una muralla con 12 puertas de entrada y entre 9 y 15 metros de altura, en cuyo interior residía la familia real y su corte, junto al resto del pueblo.
Va a desarrollarse como el auténtico centro comercial, religioso y cultural de la zona.
Es conocida con el sobrenombre de la ciudad de los 2.000 templos, pues alberga algo más de ese número en apenas 41 kilómetros cuadrados; aunque en su época de máximo esplendor llegó a alcanzar la cifra de 5.000.
Estas edificaciones serán templos, dedicados al culto y la meditación; pagodas, en las que sólo se realizaba el culto y estupas, realizadas como conmemoración de algún acto heroico (raramente) o en recuerdo de buda.
Del conjunto destacarán los siguientes templos:
-Pagoda Shwezigon.
-Templo Nath Laung Kyang.
-Templo Dhammayangyi.
-Templo Ananda.
-Templo Thatbyinnyu.
-Templo Mahabadhi.
Foto: Stefan Grünig
La construcción de estos edificios se hacía en ladrillo, dejando los materiales más nobles para la decoración, destacando la piedra para las exteriores y las pinturas para los interiores.
Los mongoles invadirán la ciudad alrededor del 1287, con lo que empezará su declive, para posteriormente ser abandonada.
En torno a las teorías sobre el abandono de la ciudad corren diversas teorías más o menos plausibles que oscilan entre la deforestación como principal causa debido a la ingente necesidad de leña de sus pobladores, y la más aceptada del declive económico de la dinastía reinante.
Estos templos han permanecido habitados hasta no hace mucho, y la zona ha vivido un boom turístico que pone en duda su conservación.
Si a esto le unimos la falta de profesionales cualificados en la zona que han actuado libremente a la hora de reconstruir los templos, y los gobiernos totalitarios que han dirigido el país, mayoritariamente durante las últimas décadas; tenemos la ecuación perfecta para dilucidar la causa por la que esta maravilla todavía no es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.