Aristóteles
Aristóteles nació en Estagira (Macedonia) en el 384 a.C, en pleno declive político de Atenas, siendo uno de los más importantes filósofos de la antigüedad cuyo pensamiento ha llegado hasta nuestros días.
La estrecha relación que unía a su padre con el rey de Macedonia (Amintas) hizo que se educase en su corte hasta la edad de 17 años, justo cuando su padre fallece y se marcha a Atenas a estudiar en la Academia de Platón.
Allí participará en intensos debates filosóficos con su maestro durante los 20 años que estuvo, siendo de esa época sus escritos “exotéricos”; una obra de marcado carácter filosófico.
Poco a poco su pensamiento va evolucionando y alejándose de ciertas concepciones de su mentor, algo que podremos comprobar en la evolución que experimenta su obra a lo largo de los años.
Con la muerte de Platón abandona la Academia y regresa a Macedonia para hacerse cargo de uno de sus retos más importantes, convertirse en profesor, asesor y consejero del futuro Alejandro Magno, algo que le reportará enormes beneficios económicos y de prestigio; escribiendo para él la obra “De Monarchia”.
Su trabajo finalizará cuando Alejandro Magno accede al trono macedonio, regresando a Atenas con la idea de establecerse allí hasta el fin de sus días.
Será en la capital ateniense donde fundará su institución de enseñanza, llamada Liceo, un lugar donde se dedicará el tiempo a la investigación y la enseñanza, pero de una manera diferente al resto de instituciones de ésta índole, pues sus miembros eran libres de permanecer o marcharse cuando quisieran, y todos trabajaban de manera conjunta y en equipo, asumiendo responsabilidades según su grado de conocimiento.
Durante este período llevará a cabo el conocido como “Corpus Aristotelicum”, un compendio de obras de diverso estilo y contenido, basados en la observación.
Fue el primero en clasificar las ciencias en teóricas (matemáticas, física, teología y metafísica), prácticas (ética y política) y poéticas (poesía y retórica); además de creador de la biología, la lógica y el silogismo.
La labor que se realizaba en ese lugar era apreciada y gozaba de prestigio, hasta que Alejandro Magno fallece en el 323 a.C y se precipitan los acontecimientos; pues estalla un fuerte sentimiento antimacedonio debido a las conquistas del propio Alejandro y el sometimiento de los pueblos que conquistó.
Este odio hará que Aristóteles corra peligro en Atenas, por lo que decide marcharse a la isla de Eubea, lugar en el que morirá un año más tarde.