Otis no inventó el elevador pero tuvo dos buenas ideas
Elisha Graves Otis trabajaba como maestro mecánico en una fábrica de armazones de camas. Inventó varios dispositivos que ahorraban trabajo y fué enviado a Yonkers para que desarrollara sus habilidades. Allí fué donde diseño y construyo su primer ascensor.
No se puede decir que Otis inventara el ascensor pero sí que tuvo dos grandes ideas que hicieron que la empresa que creó se convirtiera con el paso de los años en el mayor fabricante del mundo.
Su primera idea fue su invento para detener la cabina si el cable se cortaba por accidente. El sistema de seguridad consistía en que el cable que tiraba de la cabina en vez de ir atado a la estructura se anclaba en unos brazos que hacían que mientras todo estuviera normal y en tensión, mantenían unos ganchos laterales retraídos. Si el cable fallaba la falta de tensión hacía que los ganchos laterales se desplegaran y se agarraran a unas guías dentadas que estaban a lo largo de los laterales del hueco.
Esta patente número 31.128 podía haberse quedado como uno de tantos inventos de la época pero su segunda gran idea no fue una innovación mecánica sino un golpe de efecto de marketing. Al año siguiente de crear su empresa de ascensores participó en la exposición de Nueva York de 1854 en el palacio de cristal. Allí cada hora se montaba en un modelo de su ascensor que había instalado, lo elevaba y una vez arriba ordenaba a sus ayudantes que cortasen la cuerda. La cabina apenas bajaba algo antes de detenerse completamente. Con estas demostraciones consiguió quitar el miedo a la gente de la época y ganar la reputación de seguridad.
En este vídeo podéis ver una reconstrucción del elevador realizando la misma demostración.
https://www.youtube.com/watch?v=sSjJjKcoNRk#t=178
Hoy en día no se usa este sistema pero sí unos sistemas de frenado mecánico que hacen que la cabina se detenga si alcanza determinada velocidad. Además la cabina está sujeta por 4 cables que cada uno de ellos solos pueden soportar la carga máxima.