La domesticación de las primeras plantas silvestres

Pensábamos que teníamos una idea aproximada de lo que ocurrió hace 12.000 cuando los seres humanos comenzaron a domesticar y seleccionar plantas y animales con el fin de alimentarse, extraer fibras, o para el transporte. Pero ¿cuánto se sabe realmente?

Resulta intrigante que de las cerca de 200.000 especies de plantas silvestres, apenas una docena fuera objeto de domesticación. Y lo mismo ocurre con los animales, tan solo unos cinco mamíferos fueron domesticados de entre unas 148 especies de grandes herbívoros u omnívoros susceptibles de haber pasado por este proceso.
Otra pregunta que se nos plantea es ¿por qué no se ha vuelto a domesticar ninguna otra especie en los tiempos modernos?
Todo esto sugiere que realmente no es tan fácil remodelar a nuestro gusto un organismo creado por milenios de evolución, y que los poderes de la acción humana no son tan determinantes, que existen limitaciones.
Estos temas se plantean en un número especial la revista de la "Academia Nacional de Ciencias" publicada el 21 de abril. Este número de la revista surgió de una reunión de estudiosos del tema de la domesticación provenientes de diversos centros : el Centro Nacional de Síntesis Evolutiva, un centro científico sin fines de lucro dirigido por la Universidad de Duke, la Universidad de Carolina del Norte y la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
De los 25 investigadores de dicho congreso, dos eran de la Universidad de Washington en St. Louis: Fiona Marshall, profesora de arqueología, que estudia la domesticación de animales, y Kenneth Olsen, profesor asociado de biología, que estudia la domesticación de las plantas.
Marshall estudia dos especies cuya domesticación resulta ambivalente, burros y gatos. Olsen estudia el arroz y la mandioca y está interesado en plantas que imitan al arroz de tal forma que incluso cuando se cosechan manualmente consiguen confundir a los recolectores..
¿Cuánto en el proceso de domesticación fue realmente obra humana?. Sabemos por supuesto del poder de la selección artificial, solo tenemos que observar la variedad de las razas caninas para apreciarlo. Pero ¿qué hay de aquellas especies que siguieron hibridándose con parientes salvajes, o con el polen transportado por el aire?
El propio Charles Darwin estableció una distinción entre una selección consciente, en la cual los humanos directamente seleccionan rasgos deseables y la selección inconsciente, donde los rasgos evolucionan como subproducto de la selección natural en los campos de cultivo o de otros modos de selección.
Como apunta Marshall:" Una vez que los animales, como burros o vacas fueron capturados, los cambios producidos por los seres humanos fueron bastante escasos. Realmente se reducían a sacrificar a algunos de los machos y conservar a las hembras. Así que creo que fuera de las sociedades industrializadas o situaciones especiales, la selección artificial era muy débil".
"La idea es equiparable para las plantas", corrobora Olsen. "Las prácticas de cultivo juegan un papel muy importante en la selección.Tradicionalmente, en el sudeste de Asia, se cultivaron muchas variedades diferentes de arroz al mismo tiempo en un campo determinado. Era una estrategia que aseguraba que algunas plantas pudieran sobrevivir y producir semillas, incluso en una mala temporada". Así que no fue tanto la selección de las plantas de cultivo directamente como la gente cambiando el paisaje de manera que se altera la presión de la selección sobre las plantas.
Es complicado estudiar la domesticación en su dimensión temporal, ya que los cambios en el comportamiento no dejan huellas físicas y mesurables. En el pasado, los científicos intentaron medir los huesos o los dientes, en busca de la edad, las diferencias de tamaño o patologías que pudieran plausiblemente estar relacionadas con la convivencia de humanos y animales..

"A veces no hay cambios morfológicos, que son fáciles de encontrar ", dijo Marshall. "Hemos avanzado desde los identificadores morfológicos de la domesticación, y actualmente nos centramos en el comportamiento, sin embargo, podemos conseguirlo. Si tenemos concentraciones de estiércol, significa que los animales estaban siendo guardados en corrales".

Olsen, por el contrario, trata de identificar los genes que estén asociados a la domesticación de las plantas en especies modernas de cultivo, como el crecimiento erecto, en lugar de las ramificaciones.Las técnicas usadas para aislar estos genes son difíciles y requieren mucho tiempo. No siempre penetran tan profundamente en el pasado como los científicos habían asumido porque las plantas de hoy en día son sólo un subconjunto de las variedades de cultivos que pueden haber existido. Así que tanto Marshall como Olsen están entusiasmados con los recientes éxitos de las nuevas técnicas de secuenciación de ADN antiguo.

Otra pista para estudiar la domesticación es el hallazgo de suelos enriquecidos.Los científicos esperan entender mejor cómo los antiguos alteraron los paisajes y el efecto que ello tuvo sobre las comunidades vegetales. "Está muy claro", dice Marshall, "que necesitamos todos los diferentes enfoques". Después de todo, las domesticaciones pudieron ser provocadas por el cambio climático a finales de la última Edad del Hielo, combinado con factores sociales. Como resultado, los seres humanos abandonaron el estilo de vida cazador-recolector que habían estado llevando durante el 95 por ciento de su historia, a favor de la agricultura y la ganadería.

Dado el hecho de que nos acercamos a un nuevo cambio climático, sostiene Marshall, sería reconfortante entender qué sucedió entonces y por qué.

 

 

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