Lo mejor del mar, lo peor del marketing
Muchos de los que trabajan en marketing nunca fueron a clases de esta materia, otros puede que sus profesores no supieran mucho o lo que es peor tuvieron la suerte de coincidir con un buen profesor y no enterarse.
Algunos no tienen el instinto para distinguir un anuncio eficaz de una solemne tontería. Los peores son los que creen que saben de publicidad pero saben menos que yo de cante, baile o de jugar al fútbol.
Otros que han realizado estudios formales de marketing o que incluso proceden de las más diversas carreras, saben mucho de ventas y publicidad. La mayoría de mis amigos financieros y contables tienen muy buen instinto de marketing.
El siguiente anuncio es parte de una campaña que evidentemente no se testó adecuadamente. Los compañeros que son muy listos ya me comentaron que les parecía una campaña muy rara y seguramente mala.
Cuando vi el anuncio recordé las palabras técnicas adecuadas “valiente mamarracho”
Luego mi santa madre me preguntó por la dichosa campaña y yo aproveché para hacer un test con una muestra de 1, mi madre.
¿Que opina el 100 por 100 de mi muestra sobre el anuncio?, “me da asco”, “me parece asqueroso pensar en el pescado lleno de pelos”
Así que basándome en mi estudio no científico de 1 encuesta, en las opiniones del consenso del Veedor y en mi instinto que es bueno, esta campaña entre 0 y 10 queda con una calificación de -2.
Este anuncio también es un ejemplo de publicidad sin posicionamiento, ni beneficio básico ni mensaje. Y no creo que mejore la imagen de la empresa.
Anuncios parecidos a ponerse la comida en la cabeza son los que tratan de vender tractores simplemente colocando 20 señoritas encima -están al mismo nivel de creatividad-.
Otro anuncio increíblemente malo apareció hace muchos años en las revistas de ordenadores. La empresa commodore la compró un grupo de inversores, para instalarla en extremadura. El anuncio decía “Ordenador Commodore hecho a mano en España”. Ni hecho a mano, ni en España puede ser un buen argumento para vender hace años un ordenador en España.
Un anuncio realizado casi seguro por el cuñado tonto . Esta aventura de ordenadores extremeños duró poco.