Modelo del desarrollo moral de las organizaciones

Este modelo trata de aplicar el esquema desarrollado por diversos autores sobre el desarrollo moral de las personas, y que parten del modelo de Kohlberg, a las organizaciones. Se trata de un modelo que estudia el grado en el que las organizaciones buscan su propio interés y la maximización del beneficio, o bien se guían en sus actuaciones por consideraciones éticas.

            El modelo ha resultado muy fructífero como marco teórico para comprender el desarrollo ético, y como instrumento que guía la investigación, explorando los diferentes niveles de sofisticación cuando las organizaciones juzgan y racionalizan sus acciones.

            Las investigaciones empíricas* que utilizan este marco conceptual, han mostrado su utilidad y cómo se puede inferir en el grado de desarrollo moral de las organizaciones, dependiendo del nivel de su razonamiento. Los resultados indican, un alto grado de coincidencia entre distintos investigados a la hora de determinar las etapas de desarrollo moral de las organizaciones.

            En este modelo se distinguen cinco niveles en el progreso de las organizaciones entre la toma en consideración de sus propios intereses, y el desarrollo de consideraciones éticas en el proceso de toma de decisiones.

  1. En el primer nivel, las organizaciones son  básicamente amorales, y los únicos tomados en consideración son los accionistas y los ejecutivos. En esta etapa, el único objetivo son los beneficios a cualquier coste, y no se plantean las repercusiones de las acciones más que en términos de coste personal o para la organización. Las posibles dificultades legales, son sólo contratiempos que se pueden sopesar.
  2. El segundo nivel o etapa en el desarrollo moral de las organizaciones, es la de las empresas legalistas. En este nivel, las empresas tratan simplemente de cumplir las normas legales. Para las organizaciones que se encuentran en este nivel, la ética es una cuestión meramente legal y de cumplimiento de las normas jurídicas.
  3. La tercera etapa en el desarrollo de las organizaciones sensibles, se caracteriza por comenzar a desarrollar una cierta preocupación ética. En este tipo de empresas, se considera que unas buenas relaciones con la comunidad son importantes, y por tanto, consideran ciertas responsabilidades sociales, como deberes en orden a mantener relaciones armoniosas con una parte de su entorno. La organización sensible, mantiene ciertas consideraciones ética, en buena parte, porque considera que es rentable tener ciertos comportamientos responsables con respecto a un determinado entorno en el que se encuentra la empresa.
  4. El nivel cuatro es el de las empresas de ética emergente, porque realmente comienzan la puesta en práctica de una organización ética. En este nivel, las empresas u organizaciones tratan de compaginar la ética con la búsqueda de beneficios. Las organizaciones en esta etapa de progreso ético, tratan de poner la ética en práctica, y establecen distintos dispositivos para intentar incrementar la responsabilidad y mejorar la toma de decisiones, tales como Códigos Éticos, comités de ética, etc. Las organizaciones, tratan de establecer la cultura organizacional adecuada, a través de una serie de mecanismos que potencien los valores, estableciendo generalmente una serie de documentos que especifican las acciones, y que tratan de reflejar las preocupaciones y las responsabilidades éticas de la empresa.
  5. El nivel quinto es el último de esta clasificación, y corresponde a las organizaciones claramente éticas, que han desarrollado unos valores éticos perfectamente definidos y los ponen en práctica. La organización sigue unos principios éticos, que permiten a ésta decidir de una forma ética y actuar de manera plenamente ética.

Esta es una clasificación que puede ayudar a reflexionar sobre la cuestión, y que permite una cierta clasificación de las empresas, aunque realmente, muchas empresas se encontrarían en situaciones intermedias y de difícil clasificación.

Se trata, por tanto, de que las organizaciones se muevan en la dirección correcta, y que desarrollen políticas empresariales tendentes a escalar en los niveles de crecimiento ético.

Según el esquema de este modelo, las organizaciones a lo largo del tiempo irían ascendiendo en la escala, aunque en la realidad parece claro, que no necesariamente las empresas comienzan en el escalón más bajo y se mueven a través de todos los niveles a lo largo de la vida de la organización.

Este modelo incorpora ciertos aspectos importantes, tales como el reconocimiento de la importancia de ciertos dispositivos, tales como códigos éticos, comités éticos y recompensas por comportamientos éticos. Igualmente, el modelo considera básicos el establecimiento de unos valores, y la importancia de los ejecutivos en la fijación de los mismos y en el comportamiento de la empresa. También reconoce, que el comportamiento ético supone tener que renunciar al objetivo de beneficios a toda costa.

Los autores de este modelo, consideran ventajoso el que las empresas se esfuercen en escalar en esta pirámide mejorando su comportamiento, lo cuál puede proporcionar ciertas recompensas a largo plazo a la empresa, y sobre todo, a la sociedad en general.

            Un modelo de seis etapas* ha sido desarrollado y utilizado como marco conceptual, así como para la consecución de investigaciones empíricas que muestran la validez de la teoría. Las seis etapas en el desarrollo moral de las organizaciones son, de menos a más:

  1. Evitar daño a la propia organización.
  2. Obtener beneficios para la propia empresa.
  3. Conformidad con las normas y prácticas del sector.
  4. Aplicación de las leyes y regulaciones.
  5. Reconocimiento de las obligaciones para con la sociedad.
  6. Mantenimiento de los principios ético universales.

            Esta escala se ha mostrado como instrumento útil* y válido para la investigación y el desarrollo conceptual, y el estudio de los mecanismos de aprendizaje y comportamiento de las organizaciones. En este modelo, las empresas, dependiendo de su nivel de aprendizaje, capacidad de realizar juicios y cómo los realiza y aplica, se mueven a lo largo de la escala.

Reidenbach y Donald (1991)* parten del modelo de Kohlberg y de los últimos estudios sobre los valores y creencias compartidos por las organizaciones que conforman su cultura, así como de otros modelos anteriores que tratan de explicar el proceso de toma de decisiones éticas.

Consideran estos autores, que las principales fuentes de creencias culturales y de valores proceden de sus miembros individuales, especialmente los altos ejecutivos, y del efecto reforzador del éxito de la organización en solucionar problemas y lograr los objetivos.

            Varias proposiciones son formuladas por estos autores:

  1. No todas las  organizaciones pasan a través de todas las etapas de desarrollo moral.
  2. Una organización puede comenzar su vida en cualquier nivel
  3. Mucha organizaciones de la etapa primera no dejan este nivel. Las organizaciones no éticas tienden a crear una cultura que se aleja de los valores sociales.
  4. Una organización con múltiples filiales puede tener a éstas en diferentes niveles.
  5. Las organizaciones pueden saltarse etapas. Nuevos directivos o adquisiciones pueden imponer una nueva cultura que eleve o cambie el nivel saltándose alguno.
  6. Las organizaciones que se sitúan en una etapa pueden descender de nivel.
    1. La evolución temporal de las empresas puede ser muy variada. Una empresa  puede pasar mucho tiempo en un nivel o de la misma forma muy poco.
    2. Dos organizaciones que se sitúan en el mismo nivel pueden diferir en sus avances. 

    *           Una detallada consideración de estas escalas y un estudio empírico basado en este marco conceptual, se encuentra en SRIDHAR B. S. y CAMBURN A. (1993) “Stages of Moral Development of Corporations” Journal of Business Ethics, Vol 12, págs 727-739

    *          REIDENBACH E. y DONALD P. R. (1991) “A Conceptual model of Corporate Moral Development” Journal of Business Ethics 10, págs. 273-284.

     


    *           SRIDHAR B. S. y CAMBURN A. (1993) “Stages of Moral Development of Corporations” Journal of Business Ethics, Vol 12, págs 727-739.

                 De la misma manera, el modelo de desarrollo ético cognitivo ha sido ampliamente utilizado como marco conceptual en numerosas investigaciones. Se utiliza en el estudio de los procesos de razonamiento ético de los individuos tal como muestra la investigación de GOOLSBY J. R. y HUNT S. D. (1992) “Cognitive Moral Development and Marketing”  Journal of Marketing  Vol  56  Enero,  pp  55-68.

    *           SRIDHAR B. S. y CAMBURN A. (1993) “Stages of Moral Development of Corporations” Journal of Business Ethics, Vol 12, págs 727-739.

    Igualmente, la investigación de WEBER J. y GREEN S. (1991) “ Principled Moral Reasoning: It it a Viable 

 

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