Cómo empezar a correr por montaña

Entre las personas que se aventuran a correr por montaña hay dos tipos:

Aquel que viene de correr por asfalto, el cual ya tiene experiencia en cuanto a desplazarse rápido, pero requiere una adaptación a ir deprisa a la vez que sortea los diferentes obstáculos que se encuentra en cualquiera de los senderos que recorre.

Y el que viene de hacer montaña pero no ha corrido antes en superficies llanas, como es mi caso. Para los cuales la adaptación no será el desenvolverse en el medio, sino el hacerlo a alta intensidad.

Sea cual sea el caso, mi recomendación personal es empezar de forma suave y no agobiarse con intentar correr todo el trayecto, combinando el caminar en las zonas más pendientes o escarpadas con correr donde el terreno nos lo permita. El forzar en zonas que nos cueste mucho esfuerzo correr supondrá un desgaste extra que seguro después nos hará falta en otro momento. Bajar la intensidad, coger aire y observar el paisaje te dará la suficiente energía para dar otro tirón de disfrute máximo.

Otra recomendación es no obsesionarse con los kilómetros, pues habrá días que pasen rápido y otros que se hagan interminables, según sea el recorrido. Lo ideal para controlar nuestro entreno, sería por hacerlo por tiempos.

Un buen complemento a lo dicho anteriormente, sería el combinarlo con entrenos de técnica de carrera y rodajes en llano (a ritmos mas altos del que lo haríamos por montaña). Esto nos ayudará a aumentar nuestra velocidad de crucero.

En cuanto a la frecuencia de los entrenamientos, es preferible hacerlos continuados y cortos, que mas espaciados y muy largos. Lo que sería mas exigente para nuestra musculatura y articulaciones. A parte de dejarnos con unas agujetas que nos pueden hacer que la próxima vez que nos toque salir al monte nos lo pensáramos mas detenidamente.

Tan importante como salir a correr debe de ser estirar nuestros músculos, y tiene que formar parte de nuestra rutina semanal; también como es lógico hidratarnos suficientemente y alimentarnos bien.

Y lo que nunca se nos puede olvidar es que esto lo hacemos para DISFRUTAR, por lo que es importantísimo no ponerse objetivos muy complicados y alimentar nuestra satisfacción con pequeños avances, que es mucho mas reconfortante.

Todo esto son nociones muy básicas sobre mi experiencia como corredor de montaña, y las iremos desgranando en los siguientes posts.