Leyes Espirituales 3

Las Leyes Espirituales 3

La ley espiritual que vamos a ver hoy, es LA LEY DE LA JUSTICIA ESPIRITUAL O LEY DEL KARMA.

Una gran mayoría de gente, tiene la certeza de que DIOS es injusto ya que permite que unos sufran desde que nacen y, en cambio, otros lo tienen todo desde que vienen al mundo.

Sin embargo esta apreciación es parcial ya que quienes defienden esta postura les falta información y sólo ven una parte de esta aparente injusticia divina.

DIOS no está al tanto de cada uno de los 7 mil millones de humanos que hoy pueblan la tierra y mucho menos cambia de parecer y se vuelve más “suave y tolerante” con quienes creen en ÉL, le adoran y siguen sus mandamientos, o se llena de ira y castiga a todos aquellos que no creen el ÉL, no lo adoran y no siguen sus mandamientos.

Un dios así sería antropomorfo (que tiene forma o apariencia de ser humano) y con una conducta humana. Con esta manera de pensar resulta que hemos hecho a Dios a semejanza nuestra.

DIOS hizo leyes que rigen todo en el universo; nada se quedó incompleto, cojo o ya está obsoleto; “No se mueve la hoja de un árbol sin su voluntad” (leyes universales).

Ya hemos revisado 2 leyes espirituales: La ley de la Evolución y la ley de la Atracción – Repulsión. Y ahora estamos revisando la ley de la Justicia Divina o ley del Karma.

Todos los espíritus humanos hemos sido creados iguales con un principio vital espiritual que tiene que ir aprendiendo y superarse hasta alcanzar el lugar que le corresponde. Jesús lo expuso:Yo dije: Vosotros sois dioses; y todos vosotros sois hijos del Altísimo”. Salmos 82:6, Biblia Reyna Valera 1960

Sin embargo, cada persona se encuentra en diferente nivel de desarrollo espiritual, y así, entre más joven el espíritu (menos vidas anteriores, menos aprendizaje lo que da una persona con una conducta plagada de fallas y errores que generan causas y efectos).

El espíritu siempre va a recibir exactamente lo mismo que da. En realidad equivale a decir que lo que hacemos a los demás nos lo hacemos en a nosotros mismos.  Si hacemos el bien a los demás, vamos recibir de vuelta el bien; si hacemos algo malo a otra persona vamos a recibir el mismo mal que le hicimos.

Varias veces una persona está consciente que desde que tiene uso de razón, a nadie le ha hecho daño y sin embargo le embargan las penas y las dificultades. Tal parece que tiene “mala suerte” y por más que se haga limpias con “gallina negra” u “otros procedimientos de limpia”, su circunstancia no cambia y seguirá padeciendo, “hasta que queme su karma” de un infortunio inexplicable.

También existen los casos contrarios: personas que les va muy bien en su vida y que tal parece que como el rey Midas, todo lo que tocan se convierte en oro. Yo conocí a varias personas así; una de ellas me decía debo confesarte algo Reynaldo, las cosas buenas me persiguen aunque yo no las busque.

Todo esto se debe a que la ley del karma siempre está operando; y siempre le está dando a todos lo que se merecen; bueno malo. De acuerdo a lo que sembraron así será la cosecha.

En el próximo Blog seguiremos viendo leyes espirituales.

 

¡Nos vemos en el próximo Blog!

 

Prof. Reynaldo A. Serrano

 

Profserrano90@hotmail.com

 

Reynaldo Andres Serrano Becerril

Profesor de Mercadotecnia, ventas y atención y servicio al cliente en Universidad Anáhuac 1985-2010

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