Catering; un servicio con valor añadido
Hace ya algunos años que la palabra catering se liberó de sus connotaciones de lujo y glamour para formar parte de esos términos que pronunciamos con toda naturalidad. En cualquier celebración, hay una pregunta asidua entre los asistentes: ¿De quién es el catering?
Sin embargo, incluso los términos usados de forma rutinaria, a veces, no son usados con propiedad. En realidad, ¿qué es un catering?
Una buena definición la podemos encontrar en el diccionario de la lengua española: "Servicio profesional que se dedica preferentemente al suministro de comida preparada, pero también puede abastecer de todo lo necesario para organizar un banquete o una fiesta".
Desde otra perspectiva, yo preguntaría, ¿qué no es un catering?: cualquier servicio de comida que se haya preparado en el mismo establecimiento dónde se sirve. Es el caso de restaurantes, salones de banquetes con cocina propia, hoteles…
También es posible que tanto restaurantes, como salones de banquetes, se dediquen o puedan hacer ocasionalmente un catering para servir fuera de sus instalaciones. Para esto, deben tener al igual que las empresas exclusivamente de catering, una autorización sanitaria para transportar alimentos. Cada empresa de catering tiene que tener un número de registro específico concedido por su Comunidad Autónoma. Y si la empresa elegida para vuestra celebración no es conocida, es importante que os informéis si lo tiene, por vuestro bien y el de vuestros invitados. Teniendo en cuenta que si hay problemas con los alimentos servidos y alguien enferma por su causa, los daños y perjuicios serán de vuestra responsabilidad, merece la pena prestar atención a este punto.
Además, el personal de servicio si no está asegurado por la empresa contratante y sufre un accidente laboral, te puede traer serios problemas.
Esto es fácilmente evitable si antes de contratar, buscas empresas que tengan ya un nombre en el sector o hayan sido recomendadas por personas de tu confianza, o bien pidas que te muestren la autorización sanitaria y te informen en cuanto a los seguros que tienen. No obstante, todo eso debe constar en el contrato que firmáis ambas partes. En este caso, y a diferencia de lo que solemos hacer en internet, (mal hecho de todas formas) hay que leer la letra pequeña, mediana y grande. Dos veces.
Lo mismo para otros servicios de animación, por ejemplo, si habéis contratado fuegos artificiales, también deben tener seguro y ser avisado el servicio de bomberos para su alerta.
¿Se os quitan las ganas de hacer un catering? No tiene por qué. Como dije antes, las empresas reconocidas suelen tener todo esto bajo control y solo tienes que preocuparte de disfrutar. Eso sí, cualquier duda que tengas, pregunta.
El catering es una aventura muy complicada dependiendo de hasta dónde, cómo y dónde haya qué trasladar el servicio.
No es lo mismo utilizar el servicio en una finca con todo tipo de facilidades; cocinas, tomas de electricidad, agua, lugar de almacenaje, aseos….que encapricharse de un lugar inhóspito en medio de la nada porque te gusta el paisaje.
De eso también dependerá mucho el precio del servicio de la empresa.
El material que hay que desplazar es impresionante, al igual que el personal, tanto para el montaje como para el servicio propio. Si contratas un catering completo, aparte de la comida, hay que desplazar vajilla, mantelería, mesas, sillas, decoración, cocinas, carpas para elaboración y almacenaje, servicio de limpieza, y cualquier ínfimo detalle que en un establecimiento de hostelería con cocina y servicio propio, parece sin importancia y que fuera de él, su olvido se convierte en pesadilla.
Cualquier olvido de un elemento, puede dar al traste con todo. Por ello los establecimientos especializados tienen unos formularios dónde se detalla hasta el más mínimo detalle necesario para un servicio, desde un simple tarro de sal, pasando por los platos necesarios para servicio, hasta útiles de limpieza…. todo es importante cuándo solo tienes lo que llevas. Hay un dicho que dice: "Al campo vas, lo que lleves, comerás". Pues eso mismo.
Si un catering te parece caro, piensa en todos los gastos que conlleva y no te parecerá tanto.
No siempre es tan complicado, claro, hay salones de banquetes que no disponen de cocina propia pero si de buenas instalaciones para ser usadas por el servicio de catering. En estos casos, lo más seguro es que todo vaya incluido en el precio del menú.
Habréis visto anuncios de salones de banquetes que remarcan: "Cocina propia". ¿Es una garantía de buen servicio? En principio, sí. Pero como en todo, depende de la profesionalidad de cada empresa.
Hay servicios de catering muy buenos, en los que no se te ocurría pensar que todo lo que hay sobre la mesa ha sido traído de fuera. Y lugares no tan buenos, dónde pensarías que la comida es de un servicio externo (está frío lo caliente, caliente lo frío, platos mal presentados, faltas de detalles…) y sin embargo todo acaba de salir de allí mismo.
¿Qué es lo mejor? Un establecimiento dónde tengan todos los recursos para poder resolver de inmediato cualquier imprevisto, sea de catering o no.
"La mejor estructura no garantizará los resultados ni el rendimiento. Pero la estructura equivocada es una garantía de fracaso"
Peter Drucker