Ámbito y alcance de la sistematización
Aquí la pregunta es sobre si se podrá sistematizar cualquier tipo de experiencias, de cualquier duración dimensión, es decir, qué criterios tener para seleccionar una experiencia para ser sistematizada.
El desafío se relaciona con poder enfrentar por lo menos dos aspectos:
- La delimitación clara del Objeto a sistematizar, es decir, qué experiencia, realizada en qué período y lugar. Además, la precisión de algún o algunos ejes de sistematización, es decir, qué aspectos principales de esa experiencia interesan más (no se tiene que sisternatizar toda la experiencia, ni todos los aspectos.)
- El identificar practicas significativas y no sólo las llamadas "mejores" prácticas. Porque sistematizar una experiencia "fracasada" también puede brindar muchas lecciones.
Condiciones de la sistematización
Este desafío es clave: hay que crear condiciones para llevar a cabo la sistematización de experiencias, en dos terrenos:
Personales: como por ejemplo disposición para aprender de la propia práctica, sensibilidad para dejarla hablar por sí misma y no hacerle decir sólo lo que interesa o conviene, tener capacidad de análisis y síntesis, etc.
Institucionales: como por ejemplo, el interés por impulsar una dinámica de equipo y no sólo preocuparse por la estructura organizativa, tener un sistema de funcionamiento institucional, impulsar un proceso acumulativo de la práctica institucional, etc., es decir, sin ellas, la institución no priorizaría la sistematización y la hace inviable. Es necesario que la institución este dispuesta a destinar recursos y tiempo para ello, así como lo hace para la planificación y la evaluación.
Producción de conocimientos
Si la sistematización realiza realmente una interpretación crítica del proceso de la experiencia vivida y extrae aprendizajes, quiere decir que genera un nuevo conocimiento.
La sistematización de experiencias es una gran posibilidad para que se expresen, desarrollen y divulguen los conocimientos y saberes locales, que tienen mucho que aportar al enriquecimiento del pensamiento científico. Esto también permite asumir más creativamente los proyectos, pues no sólo se tendrá una actitud pasiva que se reduce a aplicar los conocimientos y verdades que ya existen, sino que se impulsará la capacidad de crear conocimientos adecuados a la realidad que se vive y sus particularidades.
La interpretación crítica
El desafío en este aspecto es el ser capaces de pasar de 10 descriptivo y narativo a lo interpretativo crítico. Esto no es fácil, pues no se tiene la costumbre de teorizar, no se ha desarrollado suficientemente la capacidad analítica y muchas veces la formación empuja a simplemente ser consumidores pasivos de los conocimientos que otras personas transmiten.
Por ello, muchas veces se confunde sistematización con narración, descripción, relato de lo ocurrido. En el mejor de los casos, se piensa que se trata de reconstruir históricamente la experiencia vivida.
La interpretación crítica, en la sistematización no es una mera explicación de lo que sucedió, para justificarlo. Al contrario, es una comprensión de cómo se situaron los diferentes componentes y factores en la experiencia, para poder enfrentarlos con una visión de transformación.
Lo participativo
Este desafío es uno de los más importantes, pues supone ver la forma de como los diferentes actores de la experiencia se involucran en el proceso de sistematizaión.
Lo importante es garantizar que quienes vivieron la experiencia tengan un rol importante en su sistematización y no dejarlo en manos de una persona "experta", que sistematiza a nombre de los demás.
Se debe recordar que la participación no es solo ejecución, involucramiento en las decisiones.
Entre las modalidades posibles, de todos modos, se deben considerar experiencias en las que sistematiza la institución, otras en las que lo hacen los actores locales y otras en las que participan ambos.
Opciones y recursos metodológicos
El desafío, en este campo, que es también un dilema, es encontrar criterios claros, justificados, que sirvan de base para escoger determinada herramienta en los diferentes momentos de un proceso de sistematización: escoger la herramienta más adecuada para las circunstancias concretas, por ejemplo, para hacer un buen registro para el ordenamiento y clasificación de aspectos, para la recuperación histórica, para analizar componentes, para hacer síntesis y reflexión conceptual, para extraer conclusiones, para elaborar materiales comunicativos, etc.
Por ejemplo, en algunas experiencias será más importante tener sólo panorama histórico global de lo que sucedió, pero en Otras será más importante hacer una detallada reconstrucción histórica de los diferentes momentos del proceso.
Un aspecto a considerar, es el relativo a la dimensión comunicativa presente en todas las etapas de la sistematización de experiencias y no reducida sólo a la producción de un documento 0 material final.
Pretensiones, posibilidades, utilidad, límites
¿Qué se puede y qué no se puede hacer con la sistematización? ¿Qué puede aportar la sistematización de una experiencia particular a otras? ¿Son válidas y generalizables las lecciones de una experiencia para otras? Sin pretender responder totalmente estas preguntas, se puede decir que la sistematización proporciona sugerencias, intuiciones, pistas, provocaciones, desde sus propios aprendizajes, que incentivan a otras experiencias, pero que en ningún caso se habla de una replicabilidad mecánica.
La sistematización de experiencias, de la manera que se haga, siempre tendrá que poner acento en la interpretación crítica del proceso vivido. No se fijará tanto en los resultados como la evaluación, ni pretenderá abordar cualquier temática o problemática como la investigación. Si bien ayudará a dar seguimiento a la experiencia, no es en sí misma como un mecanismo de monitoreo, sino como un aporte critico al mismo.