Principios generales de la ética en relación al Marketing que deben tomarse en consideración para la puesta en práctica

Los tres principios generales de la ética referentes a las obligaciones humanas en las relaciones económicas: la equivalencia, la justicia distributiva y la justicia contributiva, son analizados por O´Boyle E.J. y Dawson L.E. (1992) en relación al marketing.

            Estos principios son fundamentales para la toma de decisiones ética, y básicos por su general aceptación. Consideran estos autores, que los principios centrales de la justicia económica se encuentran  implícitos en el Código de Ética de la Asociación Americana de Marketing.

 

4.1.1. El principio de equivalencia

            El principio de equivalencia hace referencia a la justicia en las relaciones entre iguales, el de justicia distributiva a la relación entre el ejecutivo y sus subordinados, y la justicia contributiva hace referencia a las obligaciones con los miembros de un grupo.

El principio de equivalencia establece las obligaciones mutuas de vendedor y comprador. Para que un intercambio sea justo, el comprador y vendedor están obligados a:

  1. Intercambiar cosas de igual valor. 
  2. Imponer cargas equivalentes a cada parte.

 

            Este principio obliga a informar apropiadamente al comprador sobre las características del producto o servicio que se intercambia, de forma que éste pueda decidir con conocimiento y libremente. Un intercambio en el cual una parte no es libre, es éticamente ofensivo.

            De igual forma, los ejecutivos de marketing tienen una obligación con sus colegas y con el buen nombre de las organizaciones para las cuales estos trabajan. Tal como manifiesta el Código Ético de la AMA, es necesario apoyar la libre elección de los consumidores. Esto implica que el gestor de marketing no puede aprovecharse de los que no son capaces de un completo ejercicio de la voluntad, como los menores.

 

4.1.2. El principio de justicia distributiva

            El principio de justicia distributiva regula la relación entre la persona con responsabilidades y sus subordinados. Este principio requiere que se distribuyan los beneficios y obligaciones del grupo entre sus miembros de una forma igualitaria, evitando favoritismos y arbitrariedades. El directivo debe mantener la credibilidad y el liderazgo, mejorando la coordinación del grupo para conseguir los objetivos comunes. Determinados trabajos se realizan más eficientemente mediante la acción colectiva coordinada. Este principio aplicado a las relaciones con la fuerza de ventas, establece el requisito de igual sueldo por igual trabajo.

Contenidos que te pueden interesar
Este sitio usa cookies para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Ninguna cookie será instalada a menos que se desplace exprésamente más de 400px. Leer nuestra Política de Privacidad y Política de Cookies. Las acepto | No quiero aprender cursos gratis. Sácame