Expresión creativa y Tranquilidad

Tranquilidad:

Respiración

Respirar sea seguramente la acción más importante y constante en nuestra vida. Cada respiración nos aporta el oxígeno necesario para vivir, es una fuente de energía constante que nos permite, reir, llorar, cantar, correr, bailar, charlar, gritar, sentir, imaginar… .

Cuando nacemos nuestra respiración es profunda y calmada. Al respirar de esta manera trabajamos el diafragma, mantenemos el cuerpo abierto, relajamos la tensión sanguínea, el pulso y la actividad nerviosa. Es decir, nuestro cuerpo se equilibra. El problema es que conforme crecemos, la respiración se hace cada vez superficial. Esto provoca los efectos contrarios a la respiración profunda, promoviendo el estrés.

 

Estiramientos

Estirar diariamente es una de las prácticas más saludables que podemos adquirir como hábito. Al estirar reducimos la tensión en lo músculos y flexibilizamos las articulaciones. También liberamos parte de las emociones contenidas que generan rigideces en el cuerpo y movilizamos la energía estancada.

En general el estiramiento es una práctica muy personal. Cada quien puede descubrir donde se encuentran sus rigideces y que tipo de estiramiento le puede ser más conveniente. También hay ciertas series de estiramientos como los 5 Tibetanos o el Ba Duan Jin, que pueden ser realmente útiles.

 

Dormir

Dormir bien es esencial para el bienestar. El cerebro elimina el exceso de información y resuelve sus conflictos mediante los sueños. Si no dormimos lo suficiente, el cerebro se sobrecarga y se va desgastando. La falta de sueño se relaciona con el malhumor, el dolor de cabeza, la apatía, el olvido, etc. En psicología hablamos de la higiene del sueño para referirnos a hábitos saludables que nos permiten un sueño de calidad. Algunos de ellos son:

  • Mantener horarios de sueño regulares, acostándose y levantándose a la misma hora. 
  • Cenar poco y ligero (las digestiones pesadas, perjudican la calidad del sueño).
  • Hacer ejercicio en las mañanas.
  • No tomar sustancias excitantes (café, té, coca-cola) a partir de la tarde.
  • Levantarte cuando ya no tienes sueño.
  • Utilizar la habitación solo para dormir.

 

Por otro lado, dormir demasiado también puede ser un síntoma de escape de la realidad. En el equilibrio está la virtud.

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