Nuestras alegrías
Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia.
Definitivamente hacer este ejercicio funcionaría de manera extraordinaria. ¿Y porqué no intentarlo?... vamos, hazlo, no tienes nada que perder ;)
Observa cuantas alegrías has tenido en tu vida, cuanta los momentos en los que has sonreído, trae a tu mente ese momento por el cual te sentiste orgulloso/a de ti mismo...
Ese triunfo, ese logro por el que te esforzaste tanto durante mucho tiempo... vamos, inténtalo y te darás cuenta que traer a tu mente momentos felices de tu vida te hará cambiar de humor, de actitud.
Aprendamos a darle más importancia a las bendiciones y las alegrías que pasamos día a día... Y si quieres o deseas hacerlo cada noche sería estupendo, trae a tu mente algún momento de alegría o satisfacción que tuviste durante tu día. Repítelo cada noche y verás que poco a poco los pensamientos positivos irán llegando a tu vida cada día.