Humanismo: Tomás Moro

Santo Tomás Moro

 

Santo Tomás Moro nació el 7 de febrero de 1478 en Londres, fue un político y escritor inglés conocido por su postura religiosa contraria a la del Rey Enrique VIII que le costó la vida.

Aunque estudió Derecho, su interés se centró en la ciencia, la teología y la literatura, escribió comedias y estudió la literatura griega y latina.

En 1499 decidió hacerse monje en la congregación de los Cartujanos, cuatro años más tarde, Moro abandonó esta idea e ingresó en el Parlamento.

Su obra más importante y por la que es conocido es Utopía (1516), una sátira política sobre la vida en una isla ficticia.

En esta isla, los intereses de los individuos están subordinados a los de la sociedad como conjunto, es una comunidad que establece la propiedad común de los bienes.

Se practica la enseñanza universal y la tolerancia religiosa y la tierra pertenece a todos. Con esta obra, Moro, pretendía abrir los ojos del pueblo a los males sociales y políticos de la época.

Tomás Moro es el creador de la palabra Utopía que en griego significa “no lugar”, es decir en ninguna parte o algo inexistente.

En las utopías el tipo de educación debe ser adecuado a la estructura social, política y económica que se pretende conseguir para que los ciudadanos puedan participar en la construcción de ese nuevo mundo justo e igualitario.

Para ello, los aspectos de la formación de los utopienses se constituye del siguiente modo:

  • Educación social: en la isla, todo se dirige a la educación del individuo para la comunidad. La familia no puede ser una estructura cerrada en sí misma, sino una estructura abierta y dinámica. El matrimonio exige virginidad prematrimonial y la convivencia es la clave de la comunidad.
  • Educación moral: los placeres del espíritu son superiores a los placeres del cuerpo porque los primeros nacen de la virtud y de la conciencia de una vida honrada.
  • Educación física y estética: el bienestar mental va unido a la salud. Los utópicos fomentan la belleza, la fuerza y la agilidad. En esto podemos apreciar el sentir renacentista de Moro.
  • Educación política: la obra se inicia con el hecho de que todas las familias que viven en utopía aceptan el consenso democrático. Todos participan en la vida pública de la isla. Los obreros aprenden un oficio generalmente de tradición familiar, aunque no es necesario. Si se vislumbra que un ciudadano tiene vocación o aptitud para un oficio se le alienta para que siga ese camino, por su propia felicidad y para la utilidad del Estado.
  • Educación religiosa: este tipo de formación es práctica, pluralista y racional. Para los habitantes de Utopia, todas las religiones tienen el fin de adorar la divinidad de la naturaleza. La practica religiosa se impregna de un sentido social de acuerdo con su concepción de vida en común. Los sacerdotes, son elegidos por el pueblo y son los verdaderos educadores en Utopía, se encargan de aconsejar a la gente, dar ánimos… tienen a su cargo la educación de los niños y jóvenes, ocupándose más en formar sus costumbres que el instruirlos.

Jose Luis Durán

Profesor Titular de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universidad de Cádiz. España.

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