Inversión en los inventarios

En un principio, hace varias décadas, el término inventario se le a­plicaba a una lista pormenorizada de mercaderías o artículos en la cual aparecía la descripción, el número, la cantidad y el valor de los bienes enumerados en dicha lista. En las empresas, actualmente, este término tiene un significado más genérico y se aplica también a la diversidad de materias primas, suministros, demás artículos y bienes que se encuen­tran en espera de su incorporación a la producción, que se hallan en proceso de elaboración o en forma de producto terminado, A estos bienes, en cualesquiera de las formas en que se encuentren se les conoce, pené ricamente como existencias.

La empresa industrial tiene que realizar el proceso de producción en forma continua o permanente, razón por la cual y a fin de satisfacer la de manda tiene que acumular programadamente los inventarios o existencias que implican recursos económicos, por lo cual se consideran éstos como dinero invertido temporalmente en materias primas, suministros, y demás artículos que se encuentran en espera de ser transformados en productos terminados para luego venderlos y convertirlos nuevamente en dinero.

Los inventarios representan recursos monetarios inmovilizados y para producir los o comprarlos es necesario incurrir en costos de materiales, mano de obra y otros insumos y servicios que representan dinero. Es por ello que deben administrarse eficientemente, de tal manera que la inversión en los mismos no llegue a niveles que sean excesivos ni tampoco que sean redu­cidos al grado de que sitúe a la empresa en peligro de reducir volúmenes de producción y de no satisfacer adecuadamente la demanda y en el peor de los casos, verse obligada a suspender la actividad productiva en su totalidad.

Entonces, los inventarios constituyen dinero por el que la empresa más bien paga intereses en lugar de percibirlos. Es usual que el valor de los inventarios se vea afectado con el correr del tiempo, ya que a medida transcurre éste aumentan los costos de seguro, de administra­ción, de almacenamiento y otros. La corrosión y otras formas de envejecimiento y deterioro material rebajan la calidad de las existencias.

Otros factores que afectan negativamente el valor de las existencias lo constituyen un descenso en los precios vigentes en el mercado, una contracción en la demanda de los consumidores, un cambio en la tecnología con que se producen los artículos, obsolescencia de los artículos que se producen, etc.

Por otra parte, existe una tendencia a la acumulación de existencias, debido en muchos casos a la diversificación de productos, fruto en parte del progreso tecnológico y de la diferenciación artificial de productos que dan lugar a políticas comerciales que favorecen la acumulación de inventarios. El incremento del capital empleado en existencias es una tendencia que da lugar inclusive al surgimiento de empresas con el objeto de desarrollar el almacenamiento y depósito de las existencias para financiar el incremento de los inventarios.

En la determinación de los niveles adecuados de inversión en los inventarios se hace necesario considerar diversos factores los cuales es conveniente tomar en cuenta para cada uno de los elementos que los componen:

Materias Primas y Suministros. Estos son los diversos artículos que se compran para transformarlos por medio de uno o más procesos en productos finales o terminados para su posterior venta. La inversión en estos bienes puede verse influida por factores, tales como: tiempo necesario para recibir los pedidos, tiempo promedio de consumo, expectativas sobre precios, descuentos por compras de lotes más grandes, características fí­sicas de los artículos, las consideraciones de costo de pedido, almacena­miento, obsolescencia de capital y la disponibilidad de fondos.

Artículos en Proceso. Consisten en artículos en curso de elaboración o almacenados entre dos operaciones de su transformación. No se les puede considerar como materias primas y tampoco se les puede po­ner a la venta en tales condiciones. Poseen valor como mercaderías sola mente para quien esté en posibilidad de proseguir su elaboración y convertirlos en un producto totalmente terminado. Los factores que determinan la inversión en estos bienes son: tiempo de producción; es decir, el tiempo necesario para transformar la materia prima en productos terminadas; valor de los costos agregados; tales como mano de obra y gastos de fábrica y las políticas administrativas de producción.

Productos Terminados. Están formados por las mercaderías ya elaboradas, listas para la venta. Su inversión depende de varias consi­deraciones: políticas administrativas del proceso de producción, lo cual significa que si los lotes económicos de producción son altos, el inventario de productos terminados se verá incrementado periódicamente por gran des cantidades que obligan a tener una mayor inversión, demanda de los clientes; situación competitiva en el mercado debido a que hay que mantener mayores niveles de inventario a disposición de los clientes; costos de almacenamiento; costo del capital; disponibilidad de espacio y facilidad de deterioro u obsolescencia.

En algunas oportunidades se encuentra más deseable ver que la producción no se entorpezca por falta de materias primas y saber que la em­presa dispone de un amplio surtido de productos terminados, que tener que estar programando la producción y las ventas de acuerdo con un volumen de existencias ajustado por limitaciones de fondos disponibles, pero lo cierto es que existe la necesidad de asignar lo más económicamente las disponibilidades de fondos, lo cual limita la acumulación innecesaria de existencias, a fin de evitar la utilización excesiva y no productiva de recursos importantes de capital de trabajo.

De lo anterior se deduce que existen dos variables importantes que influyen en la inversión en inventarios, que son: la demanda y el plazo de entrega de los proveedores, cuyo comportamiento no se conoce con exactitud, sino en términos de posibilidades. Es por ello que surge la necesidad en la empresa de mantener en bodega una cantidad conveniente de existencias para proveer posibles oscilaciones en esas dos variables.

Aún cuando dichas variables fueran conocidas con exactitud, por razones estrictamente económicas existirían inventarios, ya que los pedidos hechos a los proveedores llevan siempre aparejados ciertos costos fijos y a medida que el pedido es mayor se reduce la parte de los costos que le co­rresponde a cada unidad.

Los inventarios surgen entonces porque se com­pra más de lo que momentáneamente se requiere, con la finalidad de lograr beneficios de un costo menor al ordenar pedidos de mayor tamaño. La empresa entonces se encuentra presionada por fuerzas en sentido opuesto que actúan simultáneamente al momento de determinar la inversión en existencias que conviene tener en bodega y por lo tanto se trata de un problema de equilibrio para cuya resolución ya se han formulado varios modelos.

Estudiar el nivel de inversión surge una cuestión muy importante, el tamaño de los inventarios, y es importante porque se utiliza para la elaboración de políticas para la Administración financiera. La inversión en estos inventarios puede reducirse cuando la rotación es mucha. Para la determinación de la inversión en los inventarios existen algunas causas, que son:

  • El nivel de ventas.
  • La duración y la tecnología en el proceso productivo, por ejemplo, las empresas de fabricación de maquinaria tienen inventarios grandes porque su periodo de trabajo en los procesos es largo.
  • La durabilidad y la naturaleza de productos perecederos y estacionales
  • La moda o estilo, por ejemplo, en la industria juguetera por la estación la inversión es mayor a fin e inicio de año.
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