Todo en el mundo es, o sigue una estrategia
La estrategia forma parte de la propia forma de ser del mundo en el que vivimos, aunque en algunos casos desconozcamos su objetivo o punto de destino.
No es propiedad del mundo empresarial, no es propiedad del mundo militar, aunque sean los campos en los que se ha profundizado más en su estudio. El propio funcionamiento del mundo nos hace partícipes de su particular estrategia. Ella existe, queramos o no, sepamos su destino o no.
Estrategia no implica necesariamente conflicto
A pesar de que en muchas ocasiones podamos creer lo contrario y a pesar de que no pueden disociarse los conceptos, la aplicación de la Estrategia clásica se basa en buena parte en la evitación del conflicto.
Estrategias distintas pueden llevarnos a un punto similar
Aunque unas permitan alcanzar dicho punto en menos tiempo y con menor coste.
El concepto de estrategia es aplicable a cualquier situación que nos obligue a perseguir un objetivo
Por tanto, dentro de una organización, no es patrimonio exclusivo de la alta dirección. En cualquier punto de la organización, deberán buscarse las estrategias de menor alcance para alcanzar el objetivo marcado.
La estrategia que a mí me está funcionando puede no funcionar a otro
Ello es aplicable a diferentes puntos dentro de la misma organización, con lo cual hay que entender la estrategia general, como la suma de las distintas estrategias de niveles inferiores siempre orientadas a alcanzar un objetivo común.
Todos estamos inmersos en una estrategia u otra aunque no sepamos el punto de destino
Una persona u organización puede estar en lo que puede parecernos el buen camino incluso si no tiene un objetivo prefijado.
La estrategia se corrige a sí misma, a pesar de que cambie el punto de destino
Esto es así, aunque pueda no gustarnos. Lo importante es ser conscientes del camino para saber a dónde nos lleva
La estrategia nada tiene que ver con el objetivo o destino a alcanzar.