Video de Introducción cara a cara con la profesora y la voz como simple sonido
Características de la voz como sonido:
- Intensidad o Volumen
- Tonos Generales
- Extensión
- Alcance
La intensidad o volumen, es a la potencia o fuerza de la voz.
Vulgarmente suele confundirse la intensidad con la mayor altura, por el significado corriente de dicha palabra. Cuando se dice "un grito intenso" lo que corresponde decir que es "un grito agudo", que se refiere a la altura de la voz y no a su intensidad. Intensidad es la cantidad de sonido en la emisión.
De ahí que se le llame volumen, empleando la idea de la sensación producida por quien escucha, y por eso es frecuente oír que se emplean imágenes como "un hilo de voz" o por contrario "un chorro de voz".
La potencia del sonido vocal se debe a la mayor o menor amplitud de las vibraciones de las cuerdas vocales así como su "altura" a la mayor o menor "rapidez" de dichas vibraciones (ley física del sonido).
El volumen vocal es una de las cualidades más preciadas de la voz del actor o cantante. La intensidad: depende, de la fuerza de la columna de aire expirado, de la longitud de la cuerda vocal y su constitución; de las cavidades de resonancia, su vibración y el aire acumulado en ellas.
Por lo tanto paso a destacar la importancia de practicar los ejercicios de respiración que en breve pasaré en próximas lecciones, para adquirir o ampliar ese volumen, como mantener la salud de las cavidades de resonancia.
Tonos Generales
La voz humana recorre todos los tonos. Presenta tres grados generales de altura en tres planos inclinados de elevación, denominados:
- Tono bajo o grave
- Tono medio
- Tono alto o agudo
En la técnica del canto los tonos llevan el nombre de registros y así el alto será registro de cabeza, el bajo: registro de pecho, y el medio voz mixta.
El cantante cultiva el registro que más conviene a las características de su voz, pero el actor se sirve de la voz hablada, debe cultivar la totalidad tonal, pues el alma humana ha de recorrer todo el sentimiento y la pasión, y todos los planos de la necesidad expresiva.
El tono medio es el que debe emplearse frecuentemente, pues está dentro de la naturalidad, y fatiga menos al que habla y al que escucha. Este tono conserva el volumen propicio al colorido expresivo.
Gritar para hacerse oír, además de fatigar al que habla y al que escucha, produce pérdida de capacidad expresiva, pues a medida que la voz sube, pierde volumen y por lo tanto color. Es lo que se suele llamar voz blanca: característica del niño. El abuso del tono grave, llamado voz cavernosa, puede caer en afectación y engendra monotonía.
La voz media por ser la corriente, sirve para la expresión de sentimientos más naturales y verdaderos dice Legouvé mientras que la voz alta y baja deben manejarse con mucha discreción.
Modulación o pase de la voz
Es el pasaje o salto de un tono a otro. En la paleta del color expresivo oral, la modulación es un elemento de color fuerte. Para dominar y ejercitarse en los pasos de voz, para manejar con soltura y sin esfuerzo en la voz, así como para diferenciar los tres tonos generales, se aconseja este sencillo ejercicio:
- Emitir y sostener un sonido en el tono grave.
- Emitir y sostener un sonido en el tono medio.
- Emitir y sostener un sonido en el tono alto.
Luego deben combinarse los tres sonidos alternativamente, pasando de uno a otro mediante Modulaciones.
En las partituras musicales, las notas determinan la modulación; en el texto escrito, lo hará la gama de estados espirituales por los que atravesó el autor. Para efectuar la modulación se emplea una serie de matices sin cambiar de tono, pero pueden haber situaciones en que se deba cambiar de tono, sin modular, es decir, en la que no exista la debida graduación. Hay dos tipos de modulación. La principal, relacionada con el pensamiento y afectividad del autor y las accesorias que emplea el intérprete adecuando el tema al medio, al auditorio, y a la amplitud del local.
Inflexión
Dentro de los tres tonos generales, hay pequeños grados en la altura de la voz, leves cambios graduales y regulares, a manera de las notas de una escala musical.
Y así como el salto o pasaje de un tono general a otro es la modulación, el sutil pasaje dentro de un mismo tono es la inflexión. En ella radica el matiz delicado pero muy sensible al oído. El lenguaje vivo abunda naturalmente en modulaciones e inflexiones, de ahí su flexibilidad, su riqueza, su color, su relieve, su vida. Es esta vida del lenguaje natural, que se debe conquistar para el lenguaje artístico. Y la Dicción recomienda el siguiente ejercicio:
- Subir del primer al último grado del tono grave, y descender a la inversa.
- Lo mismo en el tono medio.
- Lo mismo en el tono alto.
A continuación de estos ejercicios, como en la práctica artística suele ser necesario pasar de un tono a otro durante una misma y sola aspiración de aire, particularmente del tono grave al alto, o viceversa el alumno debe ejercitarse para reunir en una misma aspiración las dos gamas. Debe comenzar por la gama ascendente y logrado ella, hará lo mismo con la gama descendente, saltar del tono alto al grave y recorrerlos en toda su extensión sin necesidad de nuevas aspiraciones de aire.
Es necesario completar el adiestramiento con otro ejercicio en que los tonos y los matices (inflexiones) dentro de cada tono, sean modificados y cambiados constantemente con caprichosa y sistemática irregularidad. Estos son los llamados ejercicios de modulación e inflexión.
Para una mejor comprensión de cómo debemos manejar la inflexión, diré que su empleo es dependiente, no sólo de la puntuación sino de las modificaciones emocionales e intencionales del texto. El proceso de la inflexión marca una sola línea que asciende o desciende levemente dentro del tono, y hay en ellas una gama variada en calidad y cantidad de matices.
A veces le sigue la puntuación, ella le marca inflexión descendente en el punto y en el punto y coma, no variando nunca en esta situación ascendente generalmente en la coma; sostenidos el tono y el timbre con el que les precede en los tres puntos. La inflexión además de asegurar la fidelidad de la interpretación, impide la monotonía. Se insiste que debe ser variada, pues la repetición de su ascenso o descenso en la misma altura y entonación, resulta insoportable. Muchas veces, la inflexión se ve reforzada por el contenido emocional, por el énfasis o en otras ocasiones por los acentos secundarios que crean el ritmo literario de una composición, que obligan al recurso de la inflexión. "Madre de ésta, es la necesidad de ser fieles más que a la palabra en sí, al espíritu que la generó".