The old woman
Read this newspaper extract about an old lady who left $1000000 when she died.
(Use the words to complete the text 1. Centre 2. Quite 3. Magazines 4. Relatives 5. Neighbours 6. Coffee shop 7. Hairdresser's 8. Relatives 9. Community)
Sonido
When she died she was old - 89 to be precise. She lived her whole life alone in a small two bedroom house in the of London. Her house was old and with very little furniture. She didn't have a television or a radio. The old lady didn't have any friends or , and she didn't belong to any clubs or associations, so she didn't have any friends. In fact nobody knew her in the , not even her . She went out of her house, twice a week - early in the morning to go shopping and to have a cup of coffee and a piece of apple cake in her local . She never caught a bus or a train. She always walked. After her death, Teresa Brown, 40, says, "once a month she used to come into the and have her hair cut. She never talked to me, the only words she said were, 'my usual please', and then she would read some of the . She loved reading 'Hello' magazine. It was her favourite!" The irony of the story is that this old lady, who lived alone and hated talking to people, was one of the richest ladies in her neighbourhood!
La anciana
Lee este extracto de periódico sobre una anciana que dejó un millón de dólares al morir.
Cuando ella murió era muy mayor, tenía 89 años para ser precisos. Ella vivió toda su vida sola en una pequeña casa de 2 habitaciones en el centro de Londres. Su casa era vieja y tenía pocos muebles. Ella no tenía televisión o radio.
La anciana no tenía amigos o familiares, y ella no pertenecía a ningún club o asociación, por lo que no tenía ningún amigo. De hecho, nadie le conocía en la comunidad, ni incluso sus vecinos.
Ella salía de su casa dos veces por semana, por la mañana temprano, para hacer la compra y tomar una taza de café y un trozo de pastel de manzana en su cafetería local. Ella nunca cogió un autobús o un tren. Siempre andaba.
Después de su muerte, Teresa Brown, de 40 años, dice, "una vez al mes solía venir a la peluquería a cortarse el pelo". Ella nunca me habló, las únicas palabras que decía eran "mi sitio habitual" y entonces leía alguna de las revistas. Ella adoraba leer la revista "Hello", era su favorita.
Lo irónico de esta historia es que esta anciana, que vivía sola y que odiaba hablar con la gente, era una de las mujeres más ricas del barrio.