"Ventajas" por domiciliar la nómina

Las entidades financieras suelen ofrecer regalos a sus clientes por contratar determinados productos.

Estos regalos suele ser incentivos muy efectivos para animar a los clientes a que suscriban sus planes de pensiones, depósitos, fondos o domicilien sus nóminas.

Lo que mucha gente no sabe que es hay que tributar por esos regalos.
Vajillas, cuberterías, ordenadores, televisores, etc. son premios con los que lo bancos o cajas agradecen la fidelidad de sus clientes y que muchas veces suelen ser decisivos para que el cliente acepte la oferta de su entidad.

Estos son, a nivel fiscal, un mayor beneficio obtenido por los productos contratados, por lo que los clientes han de incluirlos en la declaración de la renta.

Estos regalos suponen una retribución en especie para el que los recibe y han de incluirse en la declaración del IRPF como rendimiento del capital inmobiliario, de igual manera que los intereses recibidos, dividendos de acciones, etc. la entidad nos enviará un certificado de retenciones, con la valoración de los regalos recibidos y la retención a cuenta que ha practicado sobre este valor, que es el 19%.

Hay que tener en cuenta que las personas que no tienen obligación de presentar declaración de la renta tienen que considerar si la percepción de estos regalos y su valoración no varía su situación y les obligaría a presentar la declaración.

Por otro lado, esa valoración de los regalos va a incrementar la base imponible del impuesto, al considerarse como un ingreso, por lo que, y a pesar de la retención que se aplique, dependiendo del tramo en que nos situemos, derivado del total de ingresos recibidos ese año, el regalo puede salir realmente caro.

Hay que considerar, por tanto, que aunque los regalos puedan suponer a priori un buen incentivo para decidirnos a aceptar determinada oferta, lo primero es analizar si ésta nos conviene sin tener en cuenta ese obsequio.

Por último, hay que tener en cuenta que si la oferta sí conviene pero el regalo no es necesario o no va a resultar útil, hay que pensar en la conveniencia de renunciar a él ante la posibilidad de tener que pagar por ello a Hacienda más de lo que realmente estaríamos dispuestos.

Por otro lado, es importante saber que antes de aceptar una oferta conviene valorar muy bien aspectos como los periodos de permanencia que se suelen exigir en el caso de los regalos.

Por ejemplo, BBVA regala un televisor por domiciliar una nómina superior a 600€ durante dos años. Si una persona acepta esta oferta debe saber que si en ese plazo de dos años queda desempleada tendrá que pagar ese “regalo”.

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